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Por una Birmania libre


Free Burma!

En el transcurso de estas semanas nos hemos estado enterando por las noticias de la crisis social que está pasando Myanmar (Birmania). Una parte de la blogósfera está realizando una campaña a favor de la protesta pacífica que se está organizando en ese país contra el régimen dictatorial birmano, fuertemente represivo.

Algunos piensan o se animan a hablar de una «revolución de los monjes», pero me parece que sabemos poco y nada de los hechos que este país está atravesando desde hace unos cuantos años. Cómo yo también quería enterarme más, he encontrado este interesante artículo del portal Rebelion, que creo puede ayudarnos a comprender mejor que está pasando. Dejo un extracto, pero te invito a leerlo entero:

Las imágenes y las noticias sobre Myanmar, o mejor dicho sobre las protestas que se están sucediendo en aquel país, han sacado de su aislamiento informativo a aquel estado asiático. Este creciente interés que demuestran algunos gobiernos occidentales y los medios de comunicación no puede pasar inadvertido para todo aquel que ha seguido la compleja situación birmana en los últimos años. Nuestra visita al país hace ya algunos años nos permitió descubrir parte de esa realidad, ocultada u olvidada por occidente durante tanto tiempo. La sinceridad y cercanía de la gente, las dificultades económicas que atravesaba gran parte de la población, las medidas represivas de la Junta militar, la importancia del budismo y de la comunidad de monjes budistas (Sangha), la permanente presencia de las fuerzas armadas (Tatmadaw), el mercado negro de combustible, las pagodas… eran y son parte de este paisaje birmano que algunos parecen haber descubierto ahora.

Agradecemos a cualquier blogger que quiera sumarse a esta iniciativa. Algunos colegas ya lo han hecho: Carlos, Ramón y Federico.

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Historia; ¿Para quien?

Historia; ¿Para quien?[1]

¿Para que o para quien se enseña la historia?, una pregunta difícil de responder, pero el contexto actual de la educación nos señala de antemano; que se enseña para formar y continuar el perfecto funcionamiento del modelo actual, por lo cual tampoco se enseña con igualdad para todos ya que tristemente para que este modelo funcione bien, unos deben ser mas “capaces” que otros, entendiendo la necesidad de suplir espacios en la sociedad previamente limitados.

Distintos autores han abordado con profundidad estudios acerca de la finalidad de la educación, trabajos como “La Reproducción” de Pierre Bourdieu, resultan bastante certeros a la hora de contextualizarnos un rol “objetivo” de la educación (la reproducción de los parámetros económicos y de clase en el educando).

Bajo el alero de la teoría de la reproducción; la historia cumpliría un rol fundamental en la formación de ciudadanos o de “sujetos/objetos”, sujetos por la libertad de pensar, expresar o consumir, objetos por estar destinados a ocupar un lugar en la maquinaria social y económica.

La dinámica interna, de la educación ha sido delimitada, dejando solo un pequeño espacio para la innovación, intento decir que es una idea bastante utópica desligarse de los planes y programas educativos que designa el estado, mediante los cuales se rige o se controla a los educadores durante el proceso de entrega de conocimientos o conocimiento histórico[3].

Como se resalta en el texto, podemos reconocer dos finalidades del conocimiento histórico; como primera instancia, la formación de un pensamiento histórico y la formación de una conciencia moral-valorativa.

Según lo anterior, resulta claro que el día de hoy en las escuelas o en la cotidianidad misma se usa y ha usado la historia como un mecanismo para la creación de una conciencia moral valorica que rige o patenta al sujeto como ciudadano común y servil, entregándole a este una historia basada en hechos puntuales construidos por “personajes” imitables, pero en ningún caso cuestionables; ejemplos de vida para cualquier individuo, ejemplos que hacen sentir al sujeto como parte de un país.

No se si estaré especulando demasiado, pero en este punto también podemos percatarnos de la importancia que va adquiriendo la “fantasía” en el aprendizaje, ya que la historia se difunde y arraiga con mayor impacto, cuando se le atañen elementos fantasiosos, llegando a mitificar a sus personajes; haciéndolos cada vez mas heroicos.[4]

Por otra parte el acondicionamiento de una historia destinada a la formación de una conciencia histórica, implica el derribamiento de las verdades históricas, derribar al “Prócer” para entender el “proceso”.

Lamentablemente, la construcción de una historia alternativa, no implico un desligamiento de los códigos científicos o lingüísticos, reservando esta “otra” historia para unos pocos capaces de descifrarlos.

Por lo cual la creación de una conciencia histórica de clase, se vio coartada.

A modo de conclusión se puede señalar que a pesar de que hoy en la actualidad los programas educativos estén destinados a continuar un proceso de reproducción social y cultural de los sujetos, se puede enseñar historia desde otra perspectiva para intentar entregar al educando las herramientas necesarias para que estos puedan interpretar y analizar la historia, una historia de la que también son parte, por cual merecen sin duda alguna ser libres de hacerle las preguntas que deseen.

Al incitar al educando a analizar la historia, es hacerlo conciente de la misma, por lo cual se transformaría en un sujeto conciente de su historia como de su clase; paradójicamente hoy en día vivimos en un mundo de clases, en donde la lucha de clases no existe a pesar de que las mismas clases están marcadas por una diferencia económica y de posibilidades muy distante entre las clases bajas y la clase alta.

Creo que educar de un modo distinto sin dejar de lado los programas establecidos, es parte del reto de las próximas generaciones de educadores, ya que al ser testigos de cómo se usa la pedagogía para formar, disciplinar y construir, también podemos observar que esta se puede usar para liberar y destruir la omnipotencia de la historia de las “Very Important People” para entregarle al sujeto una historia de la cual todos somos parte.


[1] Ensayo basado en “¿Qué es la enseñanza de la historia?…” Carmen Aranguren R.

[3] Al profesor de historia se le indica; enseñar una historia lineal, enfocada en los hechos, sin importar si el educando comprende o no la historia, lo valido para el alumno es aprender los datos que le preguntaran en “Prueba de Selección Universitaria”.

[4] Un caso bastante conocido por nosotros, es el de los soldados de la “Guerra del pacifico” y la sugestión del alcohol con pólvora, el cual los volvía mas intrépidos y valientes, de tal forma que gracias a esa extraña bebida, se pudo ganar la guerra.

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¿Puede el historiador estudiar su presente?

La historia del presente tiene mucho que contar sobre las sociedades presentes y contribuir al análisis de nuestro tiempo, sin embargo ésta no sólo es interpretación, implica trabajo, fundamentar y es aquí la diferencia con otras disciplinas de las ciencias sociales: para el historiador el problema no son las causas sino las consecuencias. Pues entonces, el presente ensayo tiene como propósito presentar al lector el nuevo campo historiográfico, considerando los elementos que tiene que tener en cuenta el historiador del tiempo presente a la hora de estudiarlo. Ahora partamos de las siguientes interrogantes ¿Puede el historiador ser un ente crítico de su tiempo? ¿Puede el historiador estudiar su presente?

El profesor Julio Aróstegui, uno de los investigadores que más ha aportado al debate (por lo menos en habla hispana) y a la construcción de la historia del presente, deja bien en claro la posibilidad y viabilidad de la historia del presente, con sólidos argumentos, lo cual da la sensación de que acalla a los historiadores más conservadores e intransigentes que niegan cualquier innovación que salga de los parámetros establecidos.

Descarga el ensayo completo aquí:

[PDF] ¿Puede el historiador estudiar su presente?
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En torno a las problemáticas de la Historia reciente.

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