Por Lidia Rosa Ordaz Sánchez. (*)
¿Qué es la historia? ¿Cuáles son sus principales objetivos? ¿Es una ciencia? ¿Es un arte? ¿Cuál es la función de los historiadores? Estas, entre otras interrogantes, conviven diariamente con los que de una forma u otra caminamos por diferentes senderos en busca de la verdad histórica y la esencia de los fenómenos históricos.
Al caminar por estos senderos y encontrar numerosos escollos Marc Bloch, importante investigador francés de origen judío y representante de una de las corrientes historiográficas más importantes del siglo XX: los Annales, fusilado por las tropas nazis en 1944, nos describe la siguiente situación en su libro Apología de la Historia:
“En el siglo X de nuestra era había un golfo profundo, el Zwin, en la costa flamenca. Después se cegó. ¿A que rama del conocimiento cabe asignar el estudio de este fenómeno? Al pronto, todos responderán que a la Geología. (…) Sin embargo, cuando se examina la cuestión más de cerca, descubrimos que las cosas no son tan sencillas.”
“…Porque sin duda, el colmataje fue cuando menos favorecido por la construcción de diques, por la desviación de canales, por desecaciones: todos actos humanos, nacidos de necesidades colectivas y que solo fueron posibles merced a una estructura social determinada” (…)
La principal preocupación de Marc Bloch, cuando vertió en este libro sus inquietudes científicas, era la legitimación de la historia como ciencia. Así, junto a él descubrimos el fascinante mundo de la historia y sus contradicciones a través del análisis de las principales características del conocimiento histórico. Aunque la relación entre ciencia, tecnología y sociedad y la explicación del contexto histórico-social que influye en el desarrollo de los eventos científicos y tecnológicos es un tema de reciente creación como un campo institucionalizado, Bloch propicia el llamado de atención sobre esta relación entre la historia y las demás ciencias lo que trae como consecuencia uno de los principales aportes de los Annales a los estudios históricos: la interdisciplinariedad.
El debate que hoy se desarrolla alrededor de estos temas, es muy amplio entre teóricos e investigadores a raíz de la necesidad que surge de reflexionar, desde todo punto de vista, acerca de la ciencia y la tecnología, debido a los avances sostenidos pero a la vez alarmantes que ha tenido este campo y a la presencia del hombre en el centro de toda esta producción científica tanto como sujeto activo que como objeto de estas innovaciones algo que marcha paralelo a la cada vez más creciente preocupación del hombre por su entorno. Las concepciones acerca de la relación ciencia, tecnología y sociedad han evolucionado y se lo debemos en gran parte al interés de la comunidad científica por la implantación de la perspectiva CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad) incluso como parte de los sistemas educacionales de los diferentes países reflejando objetivos educativos y formativos en las nuevas generaciones.
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[PDF] El conocimiento histórico y su relación con la perspectiva CTS
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Un artículo que se hace preguntas acerca de la relación entre la Historia y la perspectiva CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad).
(*) Licenciada en Historia por la Universidad de la Habana, Cuba; ha trabajado como profesora e instructora docente. Actualmente se desempeña como Profesora de las asignaturas de Historia de Cuba e Historia Moderna, por la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”, en el Departamento Historia y Marxismo.