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Una mirada a lo más bajo; infraclase y exclusión social en Iquique (1929-1934).

Mirar más abajo en la historia, significa  ir más allá, en cierto modo es atentar contra los limites y vedas historiográficas de las cuales la población en condición de pobreza ha sido víctima.

Los historiadores del estado suelen omitir a los sectores sociales bajos, por otra parte los historiadores sociales los incluyen y a la vez le entregan a estos un rol protagónico en la historia de la cual siempre han sido parte, aunque fuesen deliberadamente olvidados.

Aun así los historiadores sociales han mostrado bastante interés en estudiar al obrero como sujeto en su devenir histórico, político y social (como clase), incluso se ha llegado a establecer una evolución del proletariado chileno, obviamente dejando de lado a esos que duermen y mueren en las calles sin trabajar, esos que ante los ojos de todos “sobran”.
Aventurarse en rescatar del abismo a aquellos que Marx llamó «lumpen» es una tarea compleja, dado que éstos –según la teoría social- no poseen una participación social ya que no eran partícipes ni fervientes defensores del Estado, pero tampoco eran capaces de generar un proyecto alternativo de autogobierno u organización social, por tanto una clase de humanos inservible e inutilizable, condición que paradójicamente el sistema capitalista parece apreciar, ya que la sigue reproduciendo en cantidades considerables hasta el día de hoy .

Sin más preámbulo, en el siguiente trabajo se busca retratar la realidad social del Iquique de los años 30, teniendo como objetivo abordar una posible reconfiguración en la división social, identificada con la aparición de una infraclase, como consecuencia de la gran crisis de 1929.

[PDF] Una mirada a lo más bajo
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Ensayo sobre las clases más explotadas dentro del capitalismo chileno.

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Historia

Nuevo mapa mundial

Por uge

Es hoy en dia reconocido por toda la comunidad de analistas que en los próximos años las economias emergentes asiaticas se convertiran en las nuevas potencias mundiales. Un nuevo mapa socio-económico estará presente en el futuro. El auge en la economia es paralelo a un desarrollo cultural y una expansión de esa cultura en toda la tierra. En Europa los productos chinos inundan parte de la superficie comercial y poco a poco como hojas caidas en otoño la cultura china penetra en el viejo continente.

Una reflexión me viene a este cerebro azotado por los vientos invernales referente a las hermosas y maravillosas tierras del Sur americano.

Con la gran riqueza y diversidad cultural de ese gran continente, con el poder social de los pueblos que lo habitan, con la riqueza material de sus tierras, con las posibilidades industriales y por tanto comerciales que pueden surgir. ¿Por qué el nuevo relevo del mundo occidental, o al menos los acompañantes en el progreso de occidente son los paises asiaticos en vez de los suramericanos?

Con la calidez que emana el interior de una casa de esta vieja europa, leo sobre mitos y heroes. Me gustaria que un nuevo heroe llamado democracia y progreso se extendiera por tierras americanas.

Los asiaticos estan avanzando con rapidos y firmes pasos, ellos progresan y eso les dará la libertad y la igualdad. La evolución latinoamericana es diferente aunque me gustaría que llevara al mismo lugar. Democracia y progreso. Progreso y democracia. La cuestión es avanzar

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Actualidad Historia

La imagen de la naturaleza entre europeos y asiáticos

Este escrito es una forma de complementar sobre el tema Occidente v/s Oriente que planteó Mario Molina, en una reflexión anterior. No obstante, la reflexión hecha por Molina sólo da cuenta de una parte de oriente -que en este caso serían los árabes-, y faltó, por tanto, los “orientales” de más allá. Por ende, nuestra reflexión será acerca de la imagen de la naturaleza de los europeos y los asiáticos, respectivamente, lo que me lleva pensar lo diferentes que somos.

Si entre Oriente y Occidente la concepción del hombre y las ideas de Dios eran distintas, la imagen de la naturaleza que teníamos ambos mundos no podía ser más opuesta. En Europa, el paso de una cosmología egocéntrica a otra heliocéntrica se realizó gracias a un proceso de investigación sobre el mundo exterior, en el que el análisis primero y después la abstracción matemática desarrollaron el racionalismo cuantitativo. Y mientras que en Europa la explicación de las realidades objetiva y subjetiva se hacía en base al principio de causalidad, en Oriente todo se entendía bajo el principio de analogía. Los saberes “experimentales” de Occidente chocaban con los saberes “sapienciales” de Asia. Aquellos correspondían al campo de la ciencia; éstos, por el contrario, se movían en el terreno de la sabiduría. Para cultura europea, la naturaleza, que es objetiva, está fuera del sujeto, es susceptible de ser aprehendida cognoscitivamente por la mente creadora del sujeto y, después, puede ser transformada. Mientras que, para la cultura asiática, la propia naturaleza envuelve al sujeto, de la que ésta es una parte pequeña, incluso insignificante, que diluye en el todo de la naturaleza.

Cuando estos dos universos axiológicos tan dispares, por no decir antagónicos, entraron en contacto en los siglos XVI y XVII no cabía otra salida que la del diálogo, la comprensión reciproca y el respeto mutuo. Sin embargo, eso no ocurrió y, fue la violencia “racional occidental” la que se impuso entre los orientales, incluso, hasta hoy en día.

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