Categorías
Actualidad Costumbres Curiosidades Enseñanza Historia Historia Americana Historia Contemporánea Monografías e informes Recursos Reseñas Bibliográficas Resúmenes

Representaciones y nociones de Peru y Chile en el siglo XIX.

Acerca de las representaciones y nociones en el siglo XIX (Chile/Perú)

Como nos muestra el artículo en cuestión[1], para un estado en formación resultan necesarias ciertas representaciones impuestas, las cuales cumplen la función de formar la identidad nacional, en el contexto de acrecentar los nacionalismos en los habitantes de un país.

El caso tomado en este ensayo, como señala su titulo, es el de Chile y Perú, los cuales a primera vista tienen enormes diferencias en este aspecto, principalmente en los tipos de representaciones que se usaron para generar esta “identidad”.

Las representaciones en el Perú decimonónico, tienen un carácter bastante conservador, lo cual puede ser referencia de lo poco imaginativo e innovadores que fueron al representarse como país, señala el autor; llevándolos a reutilizar imágenes milenarias tomadas desde el tiempo de los incas y el periodo colonial.

Esto puede indicarnos tal vez el camino para la creación del sentimiento patrio en el Perú, a diferencia de Chile, podemos percatarnos que en el recién nacido estado Peruano, se enfatiza en transferir y reproducir identidad por medio de instituciones como la escuela, y por lo tanto como a esta no podían acceder todos los ciudadanos, se complementa este método de enseñanza con la pedagogía cívica, la cual si podía ser escuchada por los distintos sectores sociales relegados de acceder a la educación escolar.

De modo que queda claro el papel preponderante que tuvieron las “ceremonias publicas patrias”, en la conformación de una identidad nacional Peruana, generando un espacio distinto y libre en donde los sentimientos patrios se imponen a modo de acto cívico, sin embargo es valido aclarar que estos actos no fueron siempre los mismos y fueron variando acorde a los tiempos, contemplando incluso a los caídos en la guerra del Pacifico( es valido recordar que las fuentes contemporaneas peruanas , hacen alusion al fuerte patriotismo chileno, de tal forma que la historiografia tradicional Peruana incluso se atrevio a señalar que se perdio la guerra por falta de este y que Chile la gano por exceso de patriotismo).

Por otra parte podemos ver que en Chile se abogo por la innovación, aceptando la modernidad republicana, enfocando su identidad hacia el avance y desarrollo, depositando la tarea de levantar una iconografía no tan milenaria y olvidada por ciudadanía.

Dentro de este contexto podemos remitirnos a la gran cantidad de estudios geográficos realizados en el país por extranjeros, y la aceptación que tuvieron estos en el gobierno chileno el cual no dudaba en publicarlos.

Sin duda alguna este interés del gobierno en los estudios geográficos, nos remite a la idea de que en Chile, no solo se le dio énfasis a la educación escolar y actos cívicos como se ve en el caso peruano para impregnar el sentimiento nacional, sino que estos se complementan con la aparición de los estudios geográficos y ensayos sobre el territorio espacial chileno; sus limites y fronteras, lo que era y lo que podría a llegar a ser con el tiempo.
Entonces este fuerte interés por los estudios territoriales, se remite a la incubación del sentimiento patrio, enfocado en el conocimiento geográfico del territorio, el cual trasciende y complementa la afloración de la identidad nacional.

A simple vista nos enfrentamos a dos formas distintas difundir y crear en los ciudadanos ese sentimiento de pertenencia a la nación, pero vale la pena resaltar que los métodos utilizados quizás uno mas complementado que el otro, tienen su base en la educación de masas si se puede llamar así; la escuela y el acto cívico como aparatos de reproducción y por otra parte el avance del conocimiento científico usado bajo los mismos parámetros de reproducción cultural, apoyados sin lugar a dudas con el levantamiento de iconos históricos y ejemplos benditos, de los cuales se afirma este proceso cognitivo entre el estado, el territorio y la gente que habita en el.

Por ultimo no esta demás señalar que el tema de los “nacionalismos” de gran interés para la historiografía, merecen y pueden ser abordados con mas profundidad ya que hoy en día parecieran reivindicarse esta necesidad de seguir formando patria y patriotas, ocupando los modos de información masiva como la televisión y es que me parece relevante le hecho de que programas televisivos como “héroes” y “epopeya”, hoy tengan horario de transmisión escolar e incluso arreglando la transmisión especial de estos en territorio chileno fuera del continente como Isla de Pascua, ¿Será que el proceso que antes se nombra, aun no acaba?, ¿O simplemente se trata de resignificarlo y aprovechar las nuevas herramientas de difusión, reproducción y formación de ciudadanía?, en fin creo que seria interesante abordar este tema desde el hoy hacia el pasado ya que ese proceso de conocimiento entre el sujeto el estado y su territorio aun no concluye y continua retomando nuevas formas y modos de incluirse en el ethos cultural de los ciudadanos.


[1] “Representaciones y nociones, Peru y Chile en el siglo XIX.”, Carlota Casalino, Rafael Sagrado.

Categorías
Costumbres Curiosidades Enseñanza Historia Historia Americana Internet Monografías e informes Resúmenes

Los indios y las repúblicas (1830-1880).

Como nos ha demostrado la historia, distintos grupos étnicos a través de esta han sido denominados como barbarie, lo cual esboza el carácter irracional de esta construcción imaginaria sobre el “otro”, dado que se tilda de barbarie a quien se considera inferior.

Posterior al periodo denominado “colonia”, como nos ha mostrado la historiografía tradicional, viene el periodo conocido como “república”, el cual se suponía implicaría un cambio en el sistema económico y político, pero en la practica no sucedió así, quizás el establecimiento de la república solo implicaba una resemantización de algunos parámetros, lo vemos en el plano económico; la fuerza laboral siguió siendo potencialmente la mano de obra indígena, la cual durante la colonia se tildaba de de “mita” o “tributo” , ahora en estos nuevos tiempos se le llamaría “contribución indígena” , detonando el inicio del proceso de instauración de las repúblicas.
Sucesos como este, determinan la larga duración de los distintos periodos en la historia, se habla de repúblicas en tiempos donde la época colonial se hacia presente y palpable, lo cual nos indica que el paso de un periodo a otro implica procesos historiográficos de por medio, por lo cual se puede asegurar que hechos coyunturales como la aparición del “caudillismo” y la continuidad de la colonia, hacían cada vez mas difícil la existencia jurídica y socialmente de los indígenas, por lo se hace mas necesario un proceso de homogenización de esta clase social, transformándolos a peruanos, bolivianos, etc., lo cual suponía ser una forma de inclusión social para el indio, incluso durante esta época es donde se acuña el termino indígena, propuesto por Simón Bolívar, por lo cual se buscaba dar un mejor trato al sector indígena.
No nos debe sorprender que los cambios demoraron en llegar, se apelaba a un peruano “libre”, haciendo alusión al nuevo estado en el cual se encontraban y a esta nueva forma de derechos igualitarios, lo cual obviamente no llego a ser así, tal como se señala anteriormente, el sistema económico de explotación al indígena se mantuvo, pero se disfrazo, lo que como consecuencia muestra la reacción bolivariana, la cual sirve de efímera influencia para el sector indígena, el cual comienza a crear nuevos discursos políticos dirigidos directamente contra los nuevos estados y sus políticas, este hecho da pie al proceso de indigenización , la cual en el siglo XIX junto a la explosión demográfica del campesinado andino, este termina por superar en un porcentaje no menor a la población criolla, por lo cual Perú y Bolivia pasan a conformar una localidad articuladora de movimientos sociales y étnicos , siendo la contraparte del gobierno republicano.
Como pudimos ver las relaciones entre estado republicano con el sector indígena, no fueron muy complementarias una con otra, según el autor (Mark Turkner), debemos pensar en 3 momentos que marcaron cambios en las relaciones entre estas dos partes; el primer momento (1820-1840) es el de pos-independencia o pos-bolivariano, dado que en este predominarán los caudillos patriotas y las economías regionales desarticuladas por los efectos de la guerra y el inminente cambio en la economía de mercado colonial, es mas durante este período el sector indígena se acomoda en la negociación fiscal e impulsa la participación política; el segundo momento (1850-1870) triunfa el Estado y el auge del mercado interno por lo cual se potencia el comercio exterior y por último el tercer episodio (1870-1890) se ve marcado por el liberalismo conservador, es en este período cuando las relaciones entre Estado republicano e indígenas, parecen ser cada vez más conflictivas, llevando así al estallido de rebeliones y diversos enfrentamientos de armas.

En conclusión nos podemos dar cuenta que el descontento de la población andina frente a las nuevas políticas que a pesar de ser nuevas seguían siendo igual de excluyentes para con los indígenas, lo que conlleva al establecimiento de lo que conocemos como “repúblicas de indios”, estas se presentan en la historia como muestra efímera de la capacidad de estos sectores para generar discursos políticos frente al afán arrollador del o los gobiernos de turno, tenemos ejemplos claros de la irracionalidad de algunos métodos republicanos como el etnocidio el cual consistía en exterminar poblaciones fronterizas para resguardar la integridad del territorio republicano, medidas extremas, las cuales no impidieron que la gente de los andes hiciera material su descontento e inconformidad, ante un orden jerárquico ajeno que sin duda alguna influyo intrínsecamente en la sociedad andina, hasta volverla una república estable como la conocemos hoy, por otra parte aunque el mundo Andino no permaneció intacto, este mantuvo algunos elementos y a la vez resignificó su cultura ante el imparable avance de los tiempos y el progreso.

Categorías
Costumbres Curiosidades Historia Historia Medieval Historia Moderna Mitos y Leyendas Recursos Resúmenes

La locura de las brujas

bruja.jpgEn el artículo anterior habíamos hablado del año 1000 y su relación con el concepto de herejía, que no implicaba necesariamente algo en contra de la Iglesia Católica, sino un movimiento intelectual nacido de ella para mejorarla. Sin duda, para los grupos de poder de la época, la idea de cuestionar los dogmas de la Iglesia significó también el cuestionamiento de la sociedad feudal toda, razón por la cual en vez de comprender a los renovadores, se dedicaron a perseguirlos (1).

Creada la Santa Inquisición, esta se dedicó a perseguir a los disidentes y a través de diversos medios, hacerlos renunciar a sus creencias y devolverlos a la «FE ÚNICA». Los principales objetivos eran los grupos mesiánicos, aquellos que cuestionaban fuertemente los dogmas y predicaban públicamente el regreso a la espiritualidad, el alejamiento de las prácticas icónicas, pero lo más importante era «volver a la vigilancia porque se acercaba el final de los tiempos». Así como diversos grupos creyeron que el mundo saltaría en esquirlas para el año 2000, la gente creía en esa época que el año 1000 era la fecha de las fechas. Muchas personas dejaron sus pertenencias materiales, y se dedicaron al ayuno o la vida recluida en monasterios. Algunos de esos grupos mesiánicos eran pacíficos, pero los aguerridos (como los taboritas, los flagelantes, y otras alas disidentes de la misma Iglesia), predicaban la llegada de la «Edad del Espíritu» donde solo los piadosos podían entrar, mientras que los malvados debían ser eliminados. Estaban cansados de la corrupción social y sobre todo la eclesial, así que para preparar el escenario del regreso de Jesús en 1260, no tuvieron problemas en hacerles la guerra a los impíos.

¿Pero en qué momento se llegó a pensar que las mujeres podían ser sospechosas de brujería y qué tiene que ver con lo anterior? Bueno, recordemos que aquellas sociedades eran machistas y que en el imaginario popular la figura de la mujer desde el Génesis no fue vista como positiva. La mujer era sinónimo de pecado, de lujuria y placer. Cuando los agentes de la Iglesia no encontraban en un pueblo al líder mesiánico disidente, se las arreglaban para culpar a mujeres inocentes de incursionar en hechicería. Luego, se dedicaban a extraer confesiones por medio de diferentes mecanismos de tortura, y finalmente la pena máxima: la hoguera. Morir quemado vivo no era una aberración tal como la vemos ahora. En la época creían que el fuego purgaba los pecados porque era lo más parecido al concepto de luz que significaba Dios («Lumen Gloria»).

Muchas «brujas» confesaban sus actividades en reuniones secretas llamadas «aquelarres», donde se reunían con otras colegas a adorar a l ángel caído, es decir, al Diablo. Acudían allí volando a veces en escobas, y otras simplemente transportándose. Allí cometían orgías, asistían a la «Misa Negra», y aprendían los secretos de la oscuridad. Algunos historiadores creen que en la época existían mujeres que practicaban antiguas creencias anteriores a la Fe católica, como rituales egipcios, griegos o celtas, y que la gente supersticiosa asociaba esas prácticas con actividades diabólicas y maléficas. Otros piensan que la razón de estas fantasías se encuentran en los mecanismos de tortura de la Iglesia, que hacían «confesar» cosas hasta el más valiente, incluso, estos viajes a los aquelarres.

A mí me resultó interesante el trabajo de Marvin Harris (2), donde comenta en gran parte como funcionaban los mecanismos de tortura. Adelanto una parte del resumen de Renato Mansur:

La dificultad con las «confesiones» estriba en que se obtenían habitualmente mediante tortura. Esta se aplicaba rutinariamente hasta que la bruja confesaba haber hecho un pacto con el diablo y volado hasta un aquelarre. Continuaba hasta que la bruja revelaba el nombre de las demás personas presentes en el aquelarre. Si una bruja intentaba retractarse de una confesión, se la torturaba, incluso con más intensidad, hasta que confirmaba la confesión original. Esto dejaba a una persona acusada de brujería ante la elección de morir de una vez por todas en la hoguera o volver repetidas veces a la cámara de tortura. La mayor parte de la gente optaba por la hoguera. Como recompensa por su actitud de cooperación, las brujas arrepentidas podían esperar ser estranguladas antes de que se encendiera el fuego.

El autor también comenta que era común en la época el uso de remedios extraídos de plantas y hierbas de la naturaleza. Muchas de esas infusiones y ungüentos tenían propiedades alucinógenas. Estas drogas, combinadas con la locura de las brujas, hacían que algunas mujeres «se creyeran» los viajes al aquelarre, que en conjunto con las prácticas inquisidoras se volvían realidad, cuando en realidad eran fantasías. También el autor recalca que además de «purgar» pecados, los agentes de la Iglesia hacían negocio confiscando los bienes de las «brujas» así como los de su familia.

Todos estos elementos continuaron en la mentalidad colectiva y configuraron a la bruja típica de los siglos XVI a XVIII: la vieja con verrugas, poderes ocultos, escobas y en compañía de un gato negro o un cuervo. Para más información recomiendo visitar esta página.

Y recomiendo la descarga de este excelente resumen de Renato Mansur:

[PDF] La locura de las brujas
» 111,9 KB - 805 descargas - (Ayuda para éste recurso)
Resumen sobre la problemátima de la brujería y la herejía en la Edad Media.

Bibliografía consultada:

(1) Duby, Georges: El año mil, Cladema, 1988.
(2) Harris, Marvin: Vacas, cerdos, guerras y brujas, Alianza, Buenos Aires 1991.