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El llamado a la primera cruzada. Su sentido escatológico

Por Gonzalo Verbal Stockmeyer

En junio de 1095 el Papa Urbano II (1088-1099) pasa de Italia a Francia. Nadie sospecha el sentido último de su viaje. Al parecer, sólo quiere volver a tomar contacto con su tierra natal (había nacido en Champagne) y reeditar sus tiempos de monje cluniacense. Durante varios meses, el Papa recorre el sur y sudeste de Francia. El 5 de agosto se halla en Valence y el 11 del mismo mes llega a Puy. En octubre recorre Lyon y Borgoña. Y el 25 de ese mes, consagra el altar mayor de la gran basílica de Cluny, que había comenzado a construir el abad Hugo (1024-1109). Después se dirige a Souvigny para rendir homenaje a San Mayolo (906-994), considerado el más grande santo de los abades cluniacenses.

Desde Puy, el 15 de agosto, el Papa había convocado a un concilio a celebrarse en Clermont. Ni esta convocatoria ni el desarrollo mismo del Concilio hacen pensar en algo extraordinario. En efecto, el encuentro episcopal de Clermont, abierto el 18 de noviembre, se dedica al tratamiento de asuntos eclesiásticos; referidos 1) al clero francés; 2) a la reforma de la Iglesia (investidura de laicos, práctica de la simonía, relaciones adúlteras del rey de Francia, etc.); y 3) a
la Tregua de Dios, que se amplía al conjunto de la Iglesia.

Sin embargo, el 27 de noviembre, Urbano II hace que Clermont se convierta en uno de los concilios más importantes de toda la Historia: pronuncia una predica que, por la gran afluencia de clérigos y laicos, debe celebrarse en las afueras de la ciudad.

En dicha predica, el Papa se refiere a la grave opresión de la Iglesia de Oriente. Y, en efecto, los selyúcidas (dinastía turca) habían ocupado el Asia Menor y destruido y profanado las iglesias y Santos Lugares de la Cristiandad. El Papa llama a una intervención militar en Oriente contra los musulmanes.
El éxito de la arenga es inmenso; el pueblo presente
habría gritado “Deus lo volt”, Dios lo quiere.

El 1 de diciembre llegan mensajeros del poderoso conde de Toulouse, Raimundo IV de Saint Pilles, para informar de la disposición de su señor a tomar parte en la Cruzada. Cuando envía a estos mensajeros, Raimundo no podía aún tener conocimiento del discurso del Papa en Clermont, por lo que debió conocer con anterioridad los propósitos de Urbano II. Pero sobre esto último no existe constancia empírica.

El objeto material o contenido del presente ensayo es, precisamente, la mencionada predica de Urbano II, que constituye el llamado a la Primera Cruzada. Y el objeto formal o punto de vista, es su sentido escatológico, es decir, la visión de tal empresa como un camino seguro hacia la vida eterna.

Aparte de la necesaria bibliografía secundaria, acudiremos a cuatro fuentes que dan cuenta del referido discurso:

– Roberto El Monje: Abad de St. Remi. Presencia el discurso y participa en el sitio de Jerusalén de 1099.

– Guibert de Nogent: Nace en 1053 y es Abad de Notre Dame de Nogent, puesto que desempeña hasta su muerte en 1124.

– Foucher de Chartres: Escribe en 1127 como si hubiese estado presente en la predica. Además, participa en la Cruzada de Esteban de Blois.

– Guillermo de Tiro: Nace en Jerusalén en 1127, su obra se extiende hasta 1184.

Todas estas fuentes las hemos extraído del apéndice documental contenido en la obra del medievalista chileno José Marín Riveros denominada Cruzada, Guerra Santa y Yidah. La Edad Media y nosotros (Ediciones Universitarias de Valparaíso, Instituto de Historia Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 2003, p. 133 y ss.)

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Las Cruzadas

Un mismo objetivo, distintos intereses.

Por Carlos Marandet.

Las cruzadas es el nombre con el que se conocen las expediciones militares contra los infieles (musulmanes, en el pensamiento de la Iglesia Católica de la época medieval) con el objetivo de recuperar los santos lugares, no surgieron de un momento a otro, y no todas fueron expediciones militares formales, sino que también hay que tener en cuenta las cruzadas populares, muy poco conocidas por muchas personas y que iremos viendo en el presente texto.

La primera pregunta que surge al tratar el tema es ¿cuando se gesta el sentimiento de cruzada? Para responder esta pregunta debemos remontarnos al siglo IV, donde los descubrimientos de la gruta del Santo Sepulcro, el culto de los lugares mismos de la manifestación redentora, la invención de la Santa Cruz, atribuida a la madre de Constantino, generan un sentimiento mayor en los cristianos. Estos descubrimientos e invenciones hacen que se eleven basílicas sobre los lugares santos y que Oriente se convierta para los occidentales en la tierra sagrada de la historia de su religión. De apoco comienzan a organizarse peregrinaciones hacía Oriente que van a promover un acondicionamiento y construcciones de hosterías. Durante los primeros siglo IV, V, VI las peregrinaciones son sobre todo de carácter individual.

Hacía el siglo VII la peregrinación se encuentra entre las penitencias de los monjes y con el correr del tiempo personas de importancia buscaran en ella una purificación, lo que genera que se vincule la purificación con la peregrinación.

A medida que las peregrinaciones se multiplicaban y aumentaban en número los peregrinos, van cambiando los fines. La idea predominante de purificación comienza a dar lugar a la de sacrificio, es de esta manera que muchas personas buscan una muerte gloriosa y una salvación.

Es un error creer que las cruzadas fueron las primeras incursiones hacía el Santo Sepulcro. Muchas personas creen que las cruzadas comienzan con el llamamiento del papa Urbano II en 1095, luego del concilio de Clermont, y que Jerusalén no significaba mucho para los estamentos de la edad media. Pero hay que tener en cuenta que las peregrinaciones se venían dando desde el siglo IV y no se interrumpieron a pesar de las invasiones persas del siglo VII y las invasiones musulmanas de tiempo después.

Otro factor a tener en cuenta son las llamadas cruzadas populares, incursiones realizadas por personas pertenecientes a clases pobres, incluidos campesinos libres, estás cruzadas muchas veces preceden a las llamadas cruzadas oficiales, es decir que se daban de manera alternada cruzadas populares con cruzadas oficiales. Las cruzadas oficiales eran las realizadas por la aristocracia, las cuales contaban entre sus filas con personas preparadas en el arte de la guerra y los que estaban a cargo de las mismas eran reyes, barones, etc.

Mientras que en las cruzadas populares se observa un sentimiento de fe y sacrificio, verdadero motor de las masas populares, en las oficiales no observamos lo mismo. Las cruzadas oficiales las podemos dividir en dos grupos: de la 1º a la 3º se realizan con un verdadero sentimiento cristiano y de la 4º a la 8º, si bien el sentimiento religioso no es dejado de lado, predomina un interés económico.

Para tener un orden describiré primero las cruzadas oficiales y luego las populares, pero no debemos olvidar que las cruzadas populares muchas veces precedieron a las oficiales. Dentro de las cruzadas oficiales encontramos:
– 1º cruzada fue llevada a cabo por los Normandos del Sur de Italia, los franceses del sur y del norte (separadamente) y los alemanes y flamencos, en 1097 se apoderan de Nicea, más tarde se apoderán de Antioquia y finalmente se dirigen en 1099 a Jerusalén, a la que toman y se termina estableciendo un reino cristiano bajo la autoridad de Godofredo de Bouillon.
– 2º cruzada se organiza para defender el reino cristiano, pero tanto Luis VII de Francia como Conrado III de Alemania fracasan y hacía 1187, Saladino lográ apoderarse de Jerusalén.
– 3º cruzada Barbarroja, Ricardo Corazón de león y Felipe Augusto deciden reconquistar la ciudad pero fracasarón, Barbarroja murió en el camino hacía 1190 y los otros deciden volver a Francia e Inglaterra a luchar entre ellos. Luego de esto se da el segundo grupo de cruzadas oficiales (las que se rigen más por un interés económico que religioso):
– 4º Hacía 1204, preparada por caballeros franceses y, ante la necesidad de estos de recursos, seden ante las peticiones de los mercaderes venecianos de tomar primero Constantinopla para lograr de esta manera un predominio en el Mediterráneo de dichos comerciantes.
– 5º cruzada en 1217, dirigida por el rey de Hungría y el caballero francés Juan de Brienne, el principal objetivo fue Egipto, pero no alcanzó ningún resultado favorable.
– 6º cruzada en 1228, Federico II de Alemania organizó una nueva cruzada que tuvo como rasgo importante las negociaciones que realizó Federico II con los musulmanes, obteniendo de está manera la posesión de Jerusalén, exceptuando la mezquita de Omar, asi como las ciudades que iban desde el mar hasta dicha ciudad, lo que dio por resultado un movimiento comercial.
– 7º y 8º cruzadas fueron organizadas por San Luis IX de Francia, la 7º se realizó en 1248, dirigida contra Egipto y la 8º fue lanzada en 1270, contra Túnez pero ambas no tuvieron buenos resultados. (1)

Antes de mencionar las cruzadas populares debemos decir que la mayoría de estas cruzadas sembraban a su paso terror, un terror que se aplicaba por medio del saqueo, de la destrucción ya que estas masas humanas no llevaban nada consigo mismas más que su fe. Entre las cruzadas populares encontramos la de Pedro el Ermitaño, que marcha hacía oriente, matando a judíos, saqueando todo a su paso. Luego tenemos la cruzada impulsada por el fraile Raú y en segunda instancia San Bernardo.
Cuando se da la cruzada 3º cruzada oficial, la de los reyes, en Inglaterra se predicaba una cruzada popular a manos del arzobispo Balduino de Cantorbery, el cual recorría los campos para llamar a los labriegos y pastores a la cruzada, hay al mismo y al igual que en las otras matanza de judíos. En la 4º cruzada oficial se estaba gestando la popular motivada por Foulques de Neuilly, con un tinte más religioso que económico. En 1215 Alberie des Tríos Fontaines y otros predicaban públicamente la cruzada en Francia repartiendo cruces a niños, mujeres, ciegos, cojos, leprosos. (2)

Otras cruzadas de importancia fueron las del joven pastor Esteban, que logró juntar a un millar de niños y la de Nicolás, jovén alemán que logra reunir a 20 mil jóvenes. La cruzadas de los jóvenes se producen en dos años específicos en 1257 y 1320, la primera se da durante la cautividad de Luis, los excesos cometidos por los pastorcillos durante estas cruzadas hace que se los persiga y se los case. A pesar de haber terminado las cruzadas oficiales, las cruzadas populares seguían organizándose. En 1320 reaparece la cruzada de pastorcillos mucho más feroz que la anterior, matan judíos y barren con todo a su paso, para el siglo XIV Venturino de Bérgamo lanza a los caminos multitudes de peregrinos armados y en 1345 el pueblo italiano ante la marcha de las tropas de Delfín del Vianesado, se suman a la marcha hacía oriente. ¿Cuales fueron las consecuencias de estas cruzadas? Al término de las cruzadas las consecuencias fueron numerosas, los ideales de vida se vieron afectados, teniendo en cuenta que con la idea de cruzada se fue instalando en las personas una idea de desapego a las cosas materiales y una fe mayor.

Los reyes adquirieron importancia en desmedro de los nobles feudales, que habían sido fuertemente diezmados en las guerras contra los turcos y debilitado por el auge del comercio. La nueva situación fortaleció el poder de los mercaderes y los reyes, ya que se generó un desarrollo en la economía monetaria. Con ella se reiniciaron los contactos culturales y comerciales entre Oriente y Occidente. Las ciudades portuarias de Italia como Génova y Venecia adquirieron poder e influencia.

Las Cruzadas habían dejado poca huella en Siria y Palestina, salvo numerosas iglesias, fortificaciones y una serie de impresionantes castillos.

Bibliografía Consultada:

(1) Romero José Luis: La edad media, Ed. Fondo de Cultura Económica, México-Argentina

(2) Dupront Alphonse: La cristiandad y el concepto de cruzada, Ed. Unión tipográfica editorial hispano americana, México.

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El desarrollo en Oriente siglos VII-VIII

El desarrollo en oriente y su silencio
en la historia.

Por Jorge Said Barahona

22 años, estudiante de Licenciatura en Historia.
Universidad Bolivariana, Iquique, Chile.

Si bien es cierto que se ha reconocido muy poco a través de la historiografía tradicional el aporte significativo entregado por la cultura islámica para con el desarrollo de la Europa que conocemos ahora, los califas hasta hoy en día siguen siendo descritos en los libros de historia universal, como malvados y vividores. En algunas traducciones se habla incluso de «líderes bárbaros», pero si leemos atentamente a George Duby, podemos darnos cuenta de que barbarie es un concepto sumamente relativo y hasta muchas veces de fines pragmáticos: ya sea por el uso de una cultura para diferenciarse de otra a la que ve como enemiga, o dentro de una misma sociedad como herramienta de un grupo dominante que se quiere destacar a sí mismo de la «chusma».

Durante los siglos VII y VIII dC (y antes inclusive), la cultura islámica realizó grandes aportes a lo que hoy llamamos «Occidente». Desde el sistema de la corte feudal, hasta las concepciones humanistas (que separaron la Fe de la Razón), asi como la vida cortesana y aristocrática, Europa recibió muchas herramientas útiles de un otro al que consideraba «infiel». Estudiosos del Corán, los musulmanes supieron rescatar el legado grecorromano al que admiraban mucho antes que los mismos europeos. Y ese mismo legado les permitió aplicarlo al avance de la Ciencia.

Asimismo lograron desarrollar una economía comercial precapitalista que estaba por encima del sistema esclavista (y luego feudal) europeo. Por lo tanto, el desarrollo europeo no es mas que el reflejo de hechos anteriores, lo cual nos apunta también el porque se ha centralizado la historia universal bajo esa perspectiva tan eurocéntrica que no considera la magnitud de los aportes hechos por culturas orientales, la cual a través de la historia nos ha demostrado ser una de las principales influencias a los detonantes de cambio social, económico, cultural y político.

[PDF] Desarrollo árabe siglos VII y VIII
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