Después de un breve letargo por problemas técnicos con mi PC, vuelvo a la acción con una noticia que me ha alegrado la semana, y que recibí del histoblogger Ramiro Sánchez Crespo por correo electrónico. Resulta que en su blog, dos comentaristas que antes participaron de una acalorada discusión sobre la historicidad de Jesús, vuelven a confrontarse (invitados por Ramiro) en torno a una nueva problemática: Si el Concilio de Nicea (325) significó el ocaso o el triunfo de la civilización clásica.
Los argumentos de ambas lecturas, Benítez de parte del ocaso y Caboblanco sosteniendo el triunfo, están bien fundamentados y se nota que no han surgido del aire, sino de sus respectivas selección de lecturas. Como suele suceder en un debate, es el lector quien debe sacar sus propias conclusiones tras leer dos argumentos que se oponen (a veces la oposición suele ser figurativa y otras un auténtico duelo donde el agua y el aceite tratan de no mezclarse). El elemento común en ambos textos parece ser la crisis del Imperio Romano, y la necesidad de la continuación de dos elementos: la romanidad (representando a su vez la cultura clásica) y la cristiandad. A diferencia de Ramiro creo que el concilio no implicó necesariamente una ruptura con la cultura clásica, ya que recurriendo a la mentalidad de transición, podemos notar que si «ganó» el catolicismo esto no lo hizo necesariamente demoliendo lo anterior. De hecho hay muchos elementos del culto católico que son pequeñas continuaciones de lo clásico: por ejemplo el culto a los santos (divinidades menores), el culto a María (la presencia de lo femenino, el símbolo de la fertilidad, la comparación con la Isis egipcia), la veneración de imágenes (en los hogares de Roma la gente solía rezar en compañía de estatuillas, y en las calles una villa podía tener un templo y estatuas en homenaje a su dios patrón _santo patrón luego de Nicea), la necesidad de materializar a Dios (el sacramento de la Comunión, no era una invención de Nicea, sino que ya estaba en otras tradiciones ante la necesidad humana de tener contacto con su Creador) y seguimos. Si coincido con Ramiro que Nicea inauguró por así decirlo lo que se conoce como la «era cristiana», ya que en la Edad Media vamos a ver muchos casos donde lo político busca sustentarse en lo religioso, y esto empezó sin dudas con Constantino.
Agradezco a Ramiro por lo novedoso de esta modalidad, que invita al lector a involucrarse un poco más con el blog: repensando un tema que se creía resuelto, o bien, difundiéndolo a aquellos que no tenían idea del tema. Con ésto escapamos a prácticas poco felices, como pensar Internet como si fuera sólo un repositorio de temas. Hay que dar también y no sólo recibir.
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