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Los docentes queremos enseñar, pero así no podemos!

Me gustaría publicar algún artículo nuevo de Historia, pero desgraciadamente debo contarles que hoy jueves 29/09/11 los docentes de la provincia de Buenos Aires expresamos nuestra bronca e indignación por medio de un paro, por los hechos sucedidos el pasado lunes en la Escuela Secundaria Nº 11 de Pergamino, Bs.As, Argentina. El director Ricardo Fusco, tras haber citado a una madre de un chico para discutir una situación reiterada de mala conducta, fue agredido por ambos con palos, golpizas y un elemento cortante. Casi toda la escuela fue testigo de lo sucedido, pero la madre «justificó» casi infantilmente la acción por un supuesto «acto de acoso del director hacia su hijo», y que las mayores heridas fueron «porque el hombre se cayó sobre una piedra».

Yo soy, orgullosamente, un docente de escuela secundaria. Siento como propias las agresiones hacia el compañero de Pergamino, y por eso escribo éstas líneas en forma de apoyo. Los docentes queremos trabajar, y siempre lo seguiremos haciendo, pero es urgente y saludable que el tema de la violencia en la escuela sea discutido para inducir a mejorar el entorno en el que se desenvuelve la educación pública, aquella que nos beneficia a todos y todas, sin excepciones. Un saludo a todos los proletarios/as de la educación.

Links para saber más: FEB, Página 12, SUTEBA, Udocba, El blog de Roberto x la educación.

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6 respuestas a «Los docentes queremos enseñar, pero así no podemos!»

Soy una profesora de historia de Panamá y es un hecho lamentable lo que ocurrió en esa escuela de Buenos Aires. Nosotros los educadores nos preparamos dia a dia para enseñar a nuestros estudiantes algo innovador, que les sea util en la vida y la recompensa es a veces satisfactoria o contradictoria, porque no es valorado nuestro esfuerzo y dedicación. Dejamos a nuestros hijos en manos de otras personas para salir al campo a enseñar y a veces nos encontramos con estos hechos. En este mundo convulsionado por las drogas, egoismo y perdida de los valores se nos hace cada dia la tarea de enseñar mas dificil. Pero Dios nos da la fortaleza espiritual y corporal para seguir adelante.
Los padres de familia deben brindar mas apoyo al estudiante, inculcar los buenos valores y apoyar la labor del docente. Si no se practica esto no estamos haciendo nada, seremos complices de los actos que hacen los hijos.

Yo no soy «docente», soy un simple investigador de un tema que muchos «docentes», tendrìan que abordar en sus proyectos. Ademàs con respecto al ataque de esta madre hacia el Director del Colegio mne parece aberrante, pero el Director no tomò los recaudos necesarios para que cuando concurriera la madre, hubiera presente un personal policial, porque aunque hubo testigos, no es suficiente. Ademàs ya en otras oportunidades ha sido llamada la madre por las reiteradas faltas de conducta del hijo, y eso no cuenta, como antecedente suficiente?.

Hola Enrique, espero que no, pero las comillas en la palabra docente sugieren cierta ironía de tu parte; espero que no pienses que la mayoría de los docentes somos chantas que no hacen su trabajo como corresponde. Seguramente hay muchos así, pero también hay otros tantos que queremos mejorar la educación, y establecer un ida y vuelta con nuestros estudiantes, porque en definitiva debemos recuperar esa relación que permite la enseñanza y el aprendizaje mutuo entre ambos actores. A mí me tocó mucho éste caso, y como docente de Historia, como proletario de la educación, me parece que no debemos dejar pasar, que hay que trabajar para reducir la violencia en las escuelas, una labor que muchos piensan recide únicamente en el docente que está frente al aula (la «nueva» pedagogía, vio?), pero en realidad requiere compromiso de toda la sociedad. Y con respecto a lo que vos decís de los antecedentes, hay que estar en los zapatos del director. Evidentemente hay que revisar todo: ponerse a trabajar de una vez en la instauración real de los Acuerdos Institucionales de Convivencia (consejos disciplinarios compuestos por docentes, padres, y estudiantes), y contar con más asistencia psicológica para toda la comunidad escolar, crear espacios de debates y charlas reales. Las cámaras de seguridad (como intentaron en La Plata) no solucionan el problema, ni previenen, los aumentan. Fijate, cual fue la respuesta del gobierno a todo ésto: criticar las razones del paro en apoyo al director, y tirar un soso protocolo de discusión de la «violencia escolar», donde prácticamente se tira todos los dardos de la responsabilidad al docente, y no debería ser así, no es saludable, ni siquiera aborda los inicios de una solución constructiva que abarque a muchos. Saludos.

Enrique es notorio que no eres docente porque tu ignorancia sobre lo que es la experiencia en el aula y en la vida cotidiana dentro de una institución entre alumnos y maestros te pone en evidencia al sugerir que el Director debía contar con policias al entrevistarse con la madre del alumno. Las agresiones que recibió el director pone expone la formación que ha tenido el alumno en el círculo familiar contra eso es muy díficil prevenir cuál será la respuesta de los padres que envían a sus hijos a instruirse o ser formados académicamente a una institución educativa. Ese es el riesgo que como docentes vivimos lo que nos dedcamos a esta actividad. Afortunamdamente son más el número de padres de familia que nos apoyan en nuestra labor educativa.

Yo también soy docente: esta profesión tiene dos inconvenientes fundamentales; uno de ellos luchar contra un clima social adverso, sobre todo en algunos medios, por ejemplo con la televisión (normalmente lo que los alumnos ven en la televisión deshace, en parte, lo que aprenden en el Instituto); el otro los ministros de educación. El actual ya ha asomado la cabeza con unas cuantas burradas (si se me permite la expresión) sin pensárselas. El anterior tenía el halo de ser profesor universitario y no se enteró de lo que tenía entre manos; la señora Cabrera estaba más interesada en otras cosas y ni siquiera puso en marcha la Alta Inspección del Estado para que cortase los abusos de los centros concertados (cobrando a los alumnos, lo que es ilegal) y permitiendo la NO escolarización de hijos con papa rico (lo que también es ilegal). Tengo para mi que España tiene mala suerte con sus ministros de educación. El único que creo sabía lo que hacía, tuvo un proyecto y lo llevó a cabo fue José María Maravall: la LOGSE se debe a su equipo -y a las Cortes que la aprobaron- de la cual deriva la LOE actual (menos mal que no entró en vigor la ley de la ministra Castillo). ¿Cuando habíamos oído hablar los docentes de proyectos educativos de centro, de proyectos curriculares, de adaptaciones curriculares, de grupos de apoyo, de atención a la diversidad, de escolarización obligatoria, etc. en España?. Creo que la actual ley es perfectible, que debe ser revisada en el sentido que oriente la experiencia de estos años, pero no en el sentido que me temo querrá el actual gobierno. Hago votos para que el actual ministro -que creo no tiene ni idea de educación- se dedique a sus cosas y no intervenga. Si este tema es impulsado en un sentido ideológico por quienes ahora gobiernan estaremos aviados. O al menos esto pienso yo. Un saludo.

Te entiendo perfectamente con eso de los ministros y las reformas educativas. Como estudiante me costó presenciar la Ley Federal de Educación de mediados de los ’90 hasta 2003. Fue tiempos de menos horas de Matemáticas, y de «nivelación» educativa. La Historia y las Cs. Sociales se enseñaban como un cuento donde siempre torcían el curso de las cosas los grandes héroes, en un mundo de alianzas geopolíticas, pero con un claro ganador: «el mundo libre». El perfil de alumno era el de un empleado con pensamiento individualista que cuadrara bien en los lineamientos de las empresas multinacionales, ya sea trabajando en un super o en un call center, como traicionando a sus compañeros «escalando» en la gerencia empresarial. Después de 2003, asistimos al actual modelo educativo que responde al proyecto nacional-popular del gobierno kirchnerista. Ha avanzado mucho, y los programas de Historia se han diversificado contemplando desde la Historia social, hasta la microhistoria, la historia oral, y la historia del tiempo presente. Pero también hay mucho vocabulario técnico-académico provenientes de licenciados y funcionarios que parece que nunca han pisado un aula. Queda el desafío de revisar y defender nuestras didácticas específicas, y en éste caso de la Historia, para no caer en teorías generalistas de la educación. Con respecto al clima social adverso, acá pasa igual. No es fácil lograr escuelas donde todo el cuerpo docente trabaje a la par, en vez de responder a lamebotas del sistema vertical educativo. A eso se le agrega la cuestión salarial docente y así vamos. Pero creo que somos muchos los que le ponemos ganas todos los días para mejorar. No hay que estar solos.