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De recesos y comentarios poco felices

Seguramente, si eres lector habitual del blog, habrás notado que no estamos actualizando desde hace dos semanas más o menos. No te asustes, no vamos a cerrar el blog ni nada parecido, lo que ocurre es que por varias razones (entre laborales y personales) nos está resultando difícil actualizar el espacio. De todas formas estamos preparando más y más cosas en borrador para esta segunda parte del año. Así que paciencia, estimados/as lectores.

Por otro lado, queremos compartir con ustedes nuestra indignación por algunos comentarios poco felices que aparecieron en el blog semanas pasadas (y también en otras bitácoras amigas). Comentarios de gente que no tiene nada que hacer y se dedica a insultar el trabajo que hacemos gratuitamente para todos nuestros visitantes. Además de mal escritos y ofensivos, no aportan nada al blog.

Nosotros concebimos éste espacio como un lugar para compartir conocimiento, donde las opiniones fundadas sobre las problemáticas presentadas cada semana son siempre bienvenidas.

Damos y recibimos gustosamente conocimiento, por eso nos entristecen comentarios de personas que sólo piensan en el blog como un «ayuda-tareas» o una fuente donde copiar los contenidos y publicarlos como si fueran propios.

Sin embargo, a pesar de éstos actos poco felices, no podemos dejar de agradecer a todos aquellos que dejan comentarios, leen los artículos y nos siguen por correo, rss y visitando el sitio regularmente. Los invitamos a seguir compartiendo, porque creemos que las bitácoras culturales valen la pena, sobre todo las de Historia y Ciencias Sociales, ayudándonos a comprender un poco más las problemáticas reales de las que somos día a día protagonistas.

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Tzvetan Todorov, ¿Qué es ser civilizado?

En la Revista Ñ de ayer salió publicado un artículo de Tzvetan Todorov, titulado «¿Qué es ser civilizado?». De éste autor sólo había leído «La Conquista de América. La cuestión del otro», obra muy utilizada en el ámbito de educación terciaria para trabajar el tema de la conquista, ya que ofrece una reconstrucción histórica a partir del análisis de las mentalidades, aquello que nos permite conocer cómo se pensaba y actuaba en una época determinada. De esa lectura surgió uno de los primeros artículos de éste blog: Moctezuma y Cortés.

En ésta oportunidad, Todorov formula una respuesta a todos aquellos partidarios del «choque de civilizaciones» de Samuel Huntington. Empieza describiendo uno de tantos estereotipos del ser humano «civilizado», representado en la figura de un sujeto que usa corbata, traje, es educado, usa cubiertos para comer y se corta las uñas. Por supuesto, usar un traje no asegura que cometas barbaridades de cualquier tipo, entonces, creer que la cultura se mide en clave de «civilización y barbarie» es errado. Y estoy de acuerdo, porque probablemente tenemos un poco de las dos cosas en cada uno de nosotros. La crítica del autor en éste punto, va dirigida al ensayo «Las religiones asesinas» de Elie Barnavi, por el siguiente argumento:

«Existe civilización por un lado y barbarie por otro. No existe un diálogo posible entre ambas.»

Todorov destroza esa idea, de forma constructiva claro, afirmando que no es posible reducir todas las producciones culturales en un binominio tan exclusivo.

En consecuencia, introduce su interpretación sobre los conceptos de cultura y civilización, diferenciando entre la forma singular y plural de cada término: Cuando hablamos de ‘culturas’ se trata de modos de vida adoptados por diversos grupos humanos, donde sus miembros reconocen una serie de elementos en común (idioma, religión, estructuras familiares, dieta, vestimenta, entre otos.). Pero hablar de cultura, es hablar de una categoría descriptiva sin juicios de valor. En cambio cuando se usa el término de ‘civilización’ sí aparecen los juicios de valor, porque como categoría moral, se opone a todo lo malo que supuestamente entraría en la categoría de ‘barbarie’.

A partir de aquí, el autor muestra la dificultad tanto del término civilización, como su forma plural (civilizaciones). En realidad hay pluralidad de culturas, y nosotros mismos somos mosaicos compuestos por aportes de varios códigos culturales, complementariamente a la forma que adquirimos dependiendo del sexo, grupo etario, salud, clase y trabajo. Esta realidad de mosaico nos permite no sólo compartir códigos diferentes, sino también desterrar la creencia en que todos los encuentros entre culturas se dan de forma violenta. La respuesta formal contra los seguidores de Huntington, y del esquema civilización-barbarie, es que hay que reinstalar la idea del diálogo, sólo así podrías decir que eres «civilizado», y no discriminando otros modos de vida como lo hace el esquema c&b. Pero ese diálogo plantea 2 desafíos temporales: uno político, y otro cultural. En palabras de Todorov:

Política y cultura no funcionan en el mismo nivel, la primera gobierna la acción, la segunda puede llevarle generaciones producir algún resultado.

Teniendo esa realidad en cuenta, el autor propone metas pequeñas, como un ejemplo de acción en el ámbito académico: aumentar el intercambio de ideas y literatura de otros países, facilitar programas de intercambio de estudiantes, habilitar varios talleres de idiomas, más talleres y debates de problemáticas multiculturales, entre otras medidas.

¿Qué es ser civilizado? No lo sabemos, pero si sabemos que hay que tratar de generar puentes entre todos los que podamos.

Bibliografía:

– Todorov, Tzvetan: «¿Qué es ser civilizado?», en Revista Ñ, nº 245, Clarín, 07-06-2008. Indíce disponible online:
<http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/06/07/01688619.html>

– Fava, Paolo: «Todorov: «La globalización es maravillosa para la literatura»», Papel en blanco, 26-11-2007, Consultado el 08-06-2008. [Foto: tzvetan_todorov.jpg]
<http://www.papelenblanco.com/2007/11/26-todorov-la-globalizacion>

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Por un tren para todos


Relacionado con el post anterior, en lo que refiere en un punto a la crítica bien fundada contra la implementación del ‘tren bala’ en la Argentina, el Movimiento Tren para Todos se propone ir más allá, a través de un proyecto de ley para la reconstrucción del sistema ferroviario argentino. Los puntos principales de la propuesta encabezada por Proyecto Sur, son los siguientes:

Tren para todos:

* Desarrollaría una velocidad de 120 km por hora (tres veces el promedio de velocidad actual).
* Una inversión de 3.100 millones de dólares. Casi 1.900 millones de dólares menos que para el tren bala. (*)
* Proyectando 18.000 km de vías reconstruídas a nuevo: 7.000 km de vías para trenes de pasajeros y de carga y 11.000 más sólo para trenes de carga. Unas 300 locomotoras, 900 coches de pasajeros y 15.000 vagones para carga.
* Los pasajes costarían varias veces menos de lo que cuesta actualmente un pasaje en micro.
* Llegaría a todas las zonas del país (Noroeste, Noreste, Cuyo, Centro y Patagonia), a todas las grandes ciudades, y a cientos de pueblos que volverían a conectarse con las grandes ciudades, bajando costos de transporte y reactivando las economías regionales.
* El «tren de todos», utilizaría tecnología nacional y del Mercosur al alcance de las capacidades de nuestro país.
* El proyecto reimpulsa la industria ferroviaria nacional con la construcción de vagones, el ensamble de locomotoras y la producción de repuestos, generando trabajo.
* El Banco Central tiene reservas por 50.000 millones de dólares, es decir que se puede hacer sin aumentar ni un centavo la deuda externa.

Para colaborar con el proyecto puedes añadir tu FIRMA, y/o promocionarlo de múltiples formas. De hecho, este jueves un grupo de estudiantes de Geografía e Historia del I.S.F.D. y T. Nº42 expondrán un informe relacionado con el tema en la plaza de San Miguel. También otros grupos desarrollarán temas sobre calentamiento global y las problemáticas de las aguas, que deben ser de interés público, y por lo tanto merecen su lugar. Ánimo para todos ellos.