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La idea de sociología en Comte.

La denominada “ciencia de la sociedad” aparece bajo el alero de Aguste Comte el cual entre otras cosas intenta validar esta disciplina como una ciencia positiva, en una época en que el positivismo estaba en pleno auge, donde la misión primordial de las ciencias era distanciar el conocimiento de las verdades inapelables planteadas por la fe religiosa y de las incongruentes especulaciones de la metafísica, por tanto la sociología se erige a imagen de las ciencias naturales y matemáticas las cuales presentaban una rigurosidad metodologica atractiva para quien quería construir conocimiento objetivo.

Comte defendía la idea de reconocer las leyes naturales que poseían el carácter de inalterables, pero lo que le importaba a su sociología era: la “exactitud rigurosa de la comprobación y no una verdad absoluta o sociedad justa”[1].

Lo propuesto por Comte era entre otras cosas levantar una disciplina que se adhiriera a los cánones de la ciencia, que se preocupara de configurar una comprobación metodologica aceptable por la comunidad científica, a esto se debió una sobre valoración del método comparativo que culmino plasmando los dictámenes de la naturaleza sobre el comportamiento social; lo cual se traduce en una ciencia social que olvido por completo desde un principio que en el “mundo social” existían ideas y voluntades, por tanto remitir el comportamiento humano a leyes estrictas era suprimir la humanidad del sujeto social (entendiendo que el cambio de comportamiento y opciones es algo natural del ser humano, lo que muestra a vista de todos que la teoría no siempre se refleja la practica).

El incondicional apego de la sociología a la naturalidad de las ciencias, influyo en que Comte también se avocara a delimitar el objeto de estudio de la sociología; estudiar los comportamientos del hombre en sociedad, pero en ningún caso indagar en proponer una sociedad mejor a través de los resultados del estudio social, ya que “no existe influencia perturbadora que pueda en el mundo político y real, alterar de alguna manera las verdaderas leyes naturales del desarrollo de la humanidad”[2].

Entonces la sociología según Comte era una sociología natural o física social, que se ahogaría en lo negativo de una ciencia positiva; remitir el avance de una ciencia en datos incuestionables y leyes irrevocables -como señala Adorno- era sin duda alguna volver irracional una ciencia social, generando esa extraña relación positivista con todo lo que existe: o es bueno o es malo, es causa o consecuencia; al fin y al cabo bajo esta perspectiva positivista todo se transformaría en un registro de meros datos.

A simple vista la sociología había despertado con el pie izquierdo, de cierta manera lo que se plantea es que es reconocible en primera instancia el aporte de la sociología positivista la cual logra derribar las verdades eclesiásticas y metafísicas pero paradójicamente las suplantó por otra verdad inconmovible: una verdad natural que apuntaba a comprender y aceptar .

Vale decir que sin estas ideas sobre la sociología, la critica no hubiera aparecido en escena y es que ante un saber aberrante y doctrinario, era lógico que apareciera la critica la cual indagaría en la valides de estas leyes, transgrediéndolas, destruyéndolas; decontruyendolas (como decía Derrida), preguntándoles que tan legitimas eran; en otra palabras sin la critica, la sociología y toda ciencia social tendría un dejo de irracionalidad -como señala Adorno- ya que se propugnaba suplantar una verdad por otra, negando la dialéctica como forma de generar conocimiento.

Por ultimo y ante esto, me surge la interrogante ¿Qué tan científico es el positivismo o una “ciencia positiva”?, si al parecer aquella ciencia que se remite a lo “verdadero” deja de ser ciencia al momento de aceptar una verdad convertida en ley de la cual nada ni nadie se puede abstraer, acaso ¿fueron la duda, la razón y la critica en si, enemigos de la ciencia?, ¿es ciencia aceptar lo que se dice sin engendrar cuestionamientos?, frente a esto ya no se que tan científico resulta ser el trabajo científico, por que para algunos es ciencia aceptar, mientras que para otros ciencia es comprender y comprender implica mucho mas que aceptar, porque antes de comprender o aprehender se debe criticar; ya que lo que no dijo Comte fue que al dato algo había que hacerle preguntas, en otras palabras incluirlo a una problematica, solo así el científico dejaría de ver y reproducir hechos, para comenzar a entender y analizar los procesos que hacen de la vida del hombre algo tan complejo que necesitaría de una ciencia que los comprendiera, entendiera y posteriormente los explicara, en pos de un conocimiento dinámico que no se ahogaría en la irracionalidad de los métodos y que engendrarían un cúmulo de estudios posteriores encargados de configurar un proceso dialéctico del conocimiento, pues lo que se dice hoy, mañana puede ser fácilmente refutado . iniciarcorreo.es/

[1] Aguste Comte citado en “La idea de sociología”; Theodor Adorno, Max Horkheimer, 1966, Pág. 13.

[2] Ibíd.

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Consideraciones sobre la Historia Social

Cuando preconcebimos la historia social lo primero que relacionamos es el “bajo el pueblo”, pero no el pueblo entendido como todos los miembros que componen una sociedad sino a una parte de ellos, la más pobre, la de los excluidos. Frente a esto, una observación: 1) Si pensamos en la célebre frase del historiador francés de Annales, Lucien Febrve que toda historia es social, ¿por qué ésta tiene que estar necesariamente simbolizada en el sujeto pobre, marginado frente al sistema? ¿Puede hacer una historia social de las elites, por ejemplo? ¿Por qué no llamar a los historiadores de la elite como sociales, y no culturales? Y es la misma complejidad del término “lo social” lo que nos lleva a que muchas veces la cuestión sobre el objeto del estudio de la historia social no quede clara. Ante esto nos preguntamos, ¿será el mismo concepto de sociedad el que impide que no se tenga una definición clara de lo que es historia social? Tal como se lo interroga Jurgen Kocka, la historia social debe ser considerada como parte de la historiografía, al igual que la historia política o económica, o como la única actualmente legitimable, de la historia general, como una historia de la sociedad.

En el siguiente trabajo se intentará abordar esta y otras consideraciones en torno a la Historia Social, una de las ramas más importantes de la Historiografía mundial en por lo menos los últimos 30 años. Para descargar el trabajo completo, haz clic debajo:

[PDF] Consideraciones sobre la Historia social
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Reflexiones sobre esta importante corriente del siglo XX que todavía encuentra ecos en la actualidad.

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Viviendo la subalternidad.(acerca de los estudios multiculturales)

Viviendo la subalternidad.

La epistemología de las ciencias sociales, no se detiene, esta en continuo avance, resifgnificandose, replanteándose, incluso derribando sus propios paradigmas, para levantar otros.

Como hijos de esta capacidad dialéctica, los “nuevos estudios culturales”, sin duda alguna están acorde con el contexto temporal; actual y contemporáneo de la cultura.

John Beverley señala; que los estudios culturales, necesitaban dar un vuelco, entendiendo que el avance del neoliberalismo, significaría cambios importantes en la cultura de masas.

Si bien es cierto la cultura de masas –como señalaron los marxistas- ejerce un rol de dominación, es alienante y hegemónica, lo que llevo a establecer diferencias entre una cultura de masas y una cultura popular, sin duda alguna esta diferenciación hacia alusión al molde hegeliano que establecía la diferenciación entre países dominantes y dominados o mejor dicho subalternos.

Debido a esto resultan bastante comprensibles los esfuerzos del marxismo por derribar esa cultura dominante, pero en cierto sentido al establecer la validez de una cultura frente a la otra ¿No seria continuar el mismo molde entre cultura dominante y de dominados?, al parecer el marxismo también podía ejercer un rol hegemónico como señalaba Gramsci.

Sin duda alguna los parámetros de los estudios culturales necesitaban derribar aquella brecha en la relación de las culturas, si bien es cierto estos pueden ser semejantes a una nueva modalidad de construir conocimiento “desde abajo”, resultaba necesario reestructurar los conocimientos dentro del plano institucional burgués, por lo cual no era suficiente establecer y diferenciar los roles culturales, sino que resulta de suma importancia comprender las bifurcaciones entre estas , entender las relaciones entre la cultura dominante y una cultura subalterna, ya que sin duda alguna; los espacios de interacción entre estas son fácilmente generados hoy en día, en donde el modelo neoliberal y las nuevas formas globalizantes de comunicación hacen el mundo alcanzable para todos.

Al parecer, Beberley y su idea de estudios culturales (la que comparte con muchos otros estudiosos de la subalternidad), se aleja del marxismo clásico si se puede decir, pero no lo suficiente ya que este mismo reconoce a los estudios culturales como un nuevo proyecto de “izquierda”, el cual al cuestiona la integridad propia de las diferentes disciplinas de estudios sociales, transgrediendo códigos para que en cierta forma se reinterpreten los cánones del “capital cultural”.

En otras palabras, los estudios subalternos, son una nueva forma de atacar la relación entre las disciplinas y la hegemonía, patentando académicamente un nuevo modo de estudiar las relaciones sociales y humanas.

Por ultimo vale señalar que esta propuesta de estudios culturales, resulta bastante llamativa, mas aun por el hecho de que esta parece comprender que a veces la realidad es muy distinta a las teorías, lo cual resulta bastante asertivo en el mundo actual en donde todo es cada vez mas individual y rápido, por ende las vidas, las ideas y las relaciones del hombre en sociedad, cambian; se destruyen y convergen de tal forma que a veces es imposible darnos cuenta.

Por otra parte, al tratarse de una nueva modalidad de estudios culturales, creo que esta debería alejarse del molde científico común y limitante de la academia, quizás apuntar a lo coercitivo que es el “método científico” parezca un discurso barato y repetitivo; pero ¿Hasta donde o a quien esperamos llegar con “estudios sociales” escritos en códigos descifrables para algunos pocos?, creo que lamentablemente el método científico no solamente coarta al investigador, si no que también lo hace con quien recibe las ideas vertidas, pues este las recibe –como se señala anteriormente- en códigos legibles para investigadores y cientistas sociales.

¿Es cuestión de algunos pocos entender y comprender la configuración de las relaciones humanas y sociales, mas aún de las capas subalternas?, es decir; ¿entender la omnipresente lucha de clases, las reivindicaciones de etnias, la lucha social por la igualdad de derechos frente a irrevocables divisiones sociales; ayudara a alguien mas que al investigador?, al parecer y lamentablemente el molde de estudios subalternos no deja de ser una solución disciplinaria[1] para el investigador que se enfrenta a un mundo cada vez menos entendible.


[1]Beverley, John. “Sobre la situación actual de los estudios culturales”.