Categorías
Actividades y Jornadas Actualidad Costumbres Curiosidades Enseñanza Historia Historia Americana Historia Antigua Historia Contemporánea Historia Medieval Historia Moderna Internet Monografías e informes Recursos Reseñas Bibliográficas Resúmenes

Los nacionalismos y la modernidad; breve reflexión en torno a la propuesta de Ernest Gellner

El estudio en torno a los conceptos de nación o nacionalismo, ha dado avances inmensurables, principalmente durante el siglo XX en donde el desarrollo de estos estudios fue bastante recurrente para las ciencias sociales, de tal forma que poco a poco se hizo necesario volcarse en contra de los viejos paradigmas.

Las investigaciones realizadas por Ernest Gellner, son en cierto sentido uno de los primeros vuelcos en contra las vieja ideas, de hecho su aporte fue fundamental para esta tematica, aunque hoy se realizan estudios más complejos, el trabajo de Gellner es imprescindible para comprender la dinámica en la cual se desenvuelven los conceptos de nación y nacionalismo.

[PDF] Los nacionalismos y la modernidad
» 24,0 KB - 1.069 descargas - (Ayuda para éste recurso)
Ensayo sobre los vínculos entre el nacionalismo y las ideas de la modernidad en base a Geller.

Categorías
Historia Historia Americana Historia Moderna Monografías e informes Recursos

Conquista y colonización del continente americano

Por Ricardo Montenegro (*)

El siguiente trabajo tratará el tema “Conquista y colonización del continente americano”, y tiene el objetivo de demostrar o refutar la siguiente hipótesis: “Los Reyes Católicos recibieron apoyo del Papa Alejandro VI en la conquista y colonización”, para poder llevar a cabo este fin se utilizará como documento la Bula Papal escrita en Roma el 04 de Mayo de 1.493.

Hacia el año 1.492 el continente Europeo, en especial España y Portugal, vivía una situación muy particular. España había recuperado la ciudad de Granada, el último baluarte Moro, pero Portugal llevaba ventaja en cuanto a la conquista de territorios, acumulando de esta manera riquezas y plasmando en el mapa del mundo las nuevas tierras explotadas. España en presencia de esta situación no podía seguir dando ventajas, y vislumbro en el plan de Colón, posterior a la recuperación de Granada, para extender sus territorios y sus riquezas.

Diego Luis Molinari (1) destaca que según la capitulación firmada el 17 de Abril de 1.492: “el motivo que impulsó a los reyes a despachar la expedición fue, (…), emplear los extraordinarios recursos obtenidos en la conquista de Granada en la grande empresa de convertir a la fe cristiana a todos los pueblos sumidos en las tinieblas de la idolatría”, y además “el 30 de Abril de 1.492 se le reconocen a Colón las mercedes y privilegios otorgados: después de haber descubierto las islas y tierras firmes sería almirante de éstas, virrey, gobernador, y juez en las causas civiles y criminales”. De acuerdo con lo expresado anteriormente Horst Pietschman destaca que: “Se enviaba a Colón (…) al servicio de Dios para la propagación de la fe y para el bien y el provecho de los monarcas” (2), además de los privilegios que obtendría Colón con el éxito de la empresa emprendida. De esta manera se inicia la empresa de conquista y colonización más importante de la historia.

En aquellos tiempos la Fe Católica reinaba en el mundo occidental, gracias a que era la que tenía más feligreses; representando a la Iglesia se encontraba el Papa, quién hablaba en representación y recibe órdenes de Dios “Lo que más,…., agrada la divina majestad,…., es que la Fe católica y la religión cristiana sea exaltada ….., y que en toda parte , sea ampliada y dilatada, y se procure la salvación de las almas, y las bárbaras naciones sean deprimidas y reducidas a la fe” (3).Hacia 1.492 quien ocupaba el trono papal era el Papa Alejandro VI, quién además confiaba y apoyaba la misión de los Reyes de España, por ser católicos: “conociendo de vos, que sois Reyes y Príncipes católicos verdaderos, cuales sabemos que siempre lo habéis sido y, vuestros preclaros hechos, de que ya casi todo el mundo tiene noticia, lo manifiestan, y que no solamente lo deseáis, más con todo conato, esfuerzo, fervor y diligencia, no perdonando a trabajos, gastos ni peligros, y derramando vuestra propia sangre, lo hacéis, y que habéis dedicado, desde atrás, a ello vuestro animo y todas vuestras fuerzas como lo testifica la recuperación de Granada” (4), esta misión encomendada a Colón, consistía en la conquista de nuevas tierras “previsteis a dilecto hijo Cristóbal Colón, hombre apto y muy conveniente a tan gran negocio y digno de ser tenido en mucho, con navíos y gentes para semejantes cosas bien apercibidas, no sin grandísimos trabajos, costas y peligros, para que por la mar buscasen con diligencia las tales tierras firmes e islas remotas e incógnitas, a donde hasta ahora no se había navegado” (5), la misión que debía cumplir Colón en estas tierras era bastante clara para el Papa, se debía extender y expandir la fe católica: “vuestros mensajeros, pueden colegir, estas mismas gentes viven en las susodichas islas y tierras firmes, creen que hay un Dios Criador en los cielos , que parecen hasta aptos para recibir la fe católica y ser enseñados en buenas costumbres y se tiene esperanza que si fuesen doctrinados, se introduciría con facilidad en las dichas tierras e islas, el nombre del Salvador, Señor Nuestro Jesucristo (…) principalmente a la exaltación y dilatación de la Fe Católica” (6). El sumo pontífice Alejandro VI deja claro en la bula su apoyo a los reyes católicos en esta gran empresa, apoyo que tiene un origen divino y no terrenal, porque viene dado de Dios, y quien representa y habla por Dios en la tierra es el Papa, por lo tanto su autoridad se hace indiscutible para los católicos “os amonestamos muy mucho en el Señor, y por el sagrado bautismo que recibisteis, mediante el cual estáis obligados a los mandamientos apostólicos, y por las entrañas de misericordia de Nuestro Señor Jesucristo, atentamente os requerimos, cuando intentares emprender y proseguir del todo semejante empresa, queráis y debáis, con ánimo pronto y celo de verdadera fe, introducir a los pueblos, que viven en tales tierras e islas, a que reciban la religión cristiana, y que, en ningún tiempo, os espanten los peligros, y trabajos, teniendo esperanza y confianza firme que el omnipotente Dios favorecerá felizmente vuestra empresa”. (7)

CONCLUSIÓN

Luego del tratamiento del documento se puede comprobar que los Reyes de España recibieron el apoyo del Papa Alejandro VI en la empresa de conquista y colonización, por su condición de Reyes Católicos y por la misión que debían cumplir en las tierras conquistadas, que consistía en la expansión de la fe católica; también se deja en claro, en el documento, el castigo que recibirá aquel o aquellos que vayan a las islas con el fin único de riqueza, castigo muy trágico para la época “la excomunión”.


(*) Estudiante del Profesorado ESB y Polimodal en Historia y Ciencias Sociales por el I.S.F.D. y T. Nº 42: «Leopoldo Marechal», San Miguel, Buenos Aires. Trabajo para la cátedra Investigación Histórica II.

(1) Molinari, Diego Luis; “Descubrimiento y Conquista de América de Erik el rojo a Hernán Cortés”, EUDEBA, Argentina, 1.983.
(2) Pietschman, Horst; “El Estado y su evolución al principio de la colonización española de América”, Fondo de Cultura Económica, México.
(3) M. A. Guerín y S. Vermeulen: Bula de Alejandro VI a favor de los reyes de España(Roma, 04/05/1.493), en Las Antillas y el Caribe(siglo XVI), instituto de Historia Americana, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de la Pampa, 1.996. [Documento]
(4) Op. Cip. 3
(5) Op. Cip. 3
(6) Op. Cip. 3
(7) Op. Cip. 3

Categorías
Enseñanza Historia Historia Contemporánea Historia Moderna Monografías e informes Reseñas Bibliográficas

El historiador frente a los tiempos

Jorge Said [i]

– Pasadas las 1:00 AM. Me encontré detenido frente a la ventana, el humo de un cigarrillo emprendía su danza serpenteante hacia el cielo que sin ningún tipo de misericordia terminaría por absorberlo, increíblemente ese mismo cielo cargado de gris fue testigo de todo el camino que debió recorrer e incluso de cuanto humo se perdió para poder llegar a sus brazos.

Si nos entrábamos en una reflexión acerca de los tiempos, podremos percatarnos de que el tiempo corre la misma suerte del humo (los vemos siendo devorados, aunque este halla tomado otra forma). La eterna naturaleza procesual de la sociedad en si, nos indica que a través del tiempo nada se pierde, aunque paradójicamente los tiempos choquen unos con otros, se mezclen, absorban, retroalimenten y reconfiguren.

Sin lugar a dudas, uno de los primeros historiadores que notaron esta naturaleza procesual en la sociedad y los tiempos fue Fernand Braudel, quien incluso emprendió un intento por delimitar la duración los procesos en relación con sus estructuras (corto, mediana y larga duración). Un aporte de suma importancia para la ciencia social, eso si Braudel subestimó el poder agencial[ii] del sujeto común ya que al centrarse en la duración de las estructuras, se enfoca en algo estático, porque increíblemente estas se mantienen gracias a nosotros, teniendo en cuenta lo que señalo el viejo Marx, somos nosotros quienes hacemos el Estado, por tanto somos nosotros mismos quienes difundimos, legitimamos y aseguramos la duración de estas estructuras que aplican y diseminan su poder sobre nuestras cabezas sin que logremos percatarnos de nada.

Frente a esto Anthony Giddens, señaló que había que dejar de estudiar las estructuras (por su naturaleza estática) y debíamos ocuparnos de la “estructuración”, como nos relacionábamos con las estructuras, como las hacíamos perdurar por sobre los tiempos.Ateniéndonos a la concepción de sociedad como un conjunto de procesos relacionados entre si[iii], nos podremos dar cuenta que la historia no deja de ser el resultado de procesos acumulados en el tiempo, sirviéndonos y entregándonos bosquejos del pasado para la acción presente la cual sin lugar a dudas influirá a corto, mediano o largo plazo en un futuro próximo.

Esto nos enseña que la retroalimentación entre los tiempos existe, la continua interacción del presente para con el pasado y el futuro la podemos ejemplificar hoy con las denominadas “tradiciones[iv]”, mas aun en Latinoamérica en donde aun figuran costumbres impuestas y traídas por el español ( los bailes a la virgen por ejemplo), pero las cuales fueron siendo aprendidas desde aquel entonces por distintas generaciones que inconscientemente las han ido modificando y reconfigurando a sus modos y porque no a su tiempo.

La modernidad, no absorbe tradiciones; convive con ellas, aprende de ellas en una especie de retroalimentación entre ambas, al igual que el tiempo; no debemos caer en el error de muchos historiadores que han olvidado que la historia paradójicamente trata de sujetos históricamente constituidos[v], construcción que sigue llevándose acabo el día de hoy ya que el proceso societal no se detiene, avanza y continua invisible sobre nuestras cabezas.

Intentare hacer útil para ustedes esta breve reflexión estableciendo algunas interrogantes; Como pudimos observar no es tan fácil escaparnos de la debacle de los tiempos, como historiadores seria interesante preguntarnos ¿que debemos estudiar?, ya que si entendemos la naturaleza procesual de la sociedad no nos alejaríamos de lo que ya hace tiempo atrás señalo Benedetto Croce “toda historia es presente”.Bajo esta lógica, el trabajo del historiador no se diferenciara mucho del trabajo sociológico ya que se ocupan del mismo objeto de estudio y contemplando la misma temporalidad ya que un trabajo sociológico que no se remita a experiencias pasadas, no tendrá mayor integridad documental ni teórica ya que negar la naturaleza histórica del hombre y la sociedad, seria volver a los viejos parámetros histológicos de quienes intentaron regir la historia a través de leyes.

¿Continuidad del cambio o cambios que continúan?, ¿Historiar sociologías o sociologizar la historia[vi]?, un debate que hoy se le presenta a los círculos académicos de la ciencia social y que paradójicamente esta abarcando a nuestra generación que como enseñanza del pasado mismo, debimos aprender a entablar una reflexión critica frente a lo que vivimos, vemos y creemos, por ende -como decía Popper- hasta ahora todo es refutable

[i] Estudiante de la carrera “Licenciatura en historia”, universidad bolivariana sede Iquique.

Cto: nupa_punx (arroba) hotmail.com

[ii] Sobre la teoría de la agencia ver; Weber, Ritzel, Sztompka, Giddens.

[iii] Piort Sztompka; Sociologia del cambio social (2003).

[iv] Hobsbawnd, Ranger; La invencion de la tradición (2002).

[v] En el caso chileno, nos es mas fácil observar esta errónea fijación en los historiadores regionales, de los cuales muchos han llegado a aseverar como la modernidad absorbe experiencias que del tiempo se ha aprendido.

[vi] Frente a esto es recomendable revisar:

Arostegui, Julio ; “la historia del tiempo presente o del acceso historico a las realidades sociales actuales ”(1989), Chesneaux, Jean ¿hacemos tabla raza del pasado? Aproposito de la historia y los historiadores.

O también:

Bustamante Fabian; ¿puede el historiador estudiar su presente?