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Amnistía aboga por detenida documentalista

Diario La Nación, Santiago de Chile, 4 de junio 2008.

Amnistía Internacional intercedió por la documentalista chilena Elena Varela y expresó su temor de que su arresto busque impedir que se investigue el conflicto entre las empresas forestales y grupos indígenas.

Varela está arrestada desde el 7 de mayo en una cárcel de Rancagua bajo la acusación de «asociación ilícita para delinquir» por su presunta vinculación a dos violentos asaltos y a una asociación ilícita.

Amnistía recordó que la cineasta estaba filmando un documental «para el cual ha investigado durante cuatro años, sobre el conflicto entre las compañías forestales y comunidades mapuches, sobre el uso de la tierra».

«Amnistía Internacional cree que las autoridades pueden haberla arrestado en un intento de detener las investigaciones sobre éste conflicto y como una forma de intimidar tanto a ella como a las comunidades mapuche», aseveró.

La organización criticó, asimismo, la acción de la policía que confiscó videos, equipos de sonido, cámaras, teléfonos celulares, material de investigación y documentación.

«Amnistía Internacional teme que esta información pueda ser usada por las fuerzas de seguridad para intimidar y hostigar a activistas mapuche y a otras personas que han participado en entrevistas grabadas para el documental», concluyó la entidad.

La organización internacional lanzó un instructivo a sus activistas para que escriban en favor de Varela a las autoridades chilenas.

De acuerdo al fiscal Servando Pérez, a cargo de la indagatoria por el asalto con homicidio cometido en 2005 contra el INP de Machalí, del que resultaron cuatro personas muertas, Varela participó en la planificación del atraco, en el traslado de armas y en la ocultación de los ejecutores.

Fuente en Internet: http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2…

Ver también: http://www.amnistia.cl/index_aauu.shtml?x=87763

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Por un tren para todos


Relacionado con el post anterior, en lo que refiere en un punto a la crítica bien fundada contra la implementación del ‘tren bala’ en la Argentina, el Movimiento Tren para Todos se propone ir más allá, a través de un proyecto de ley para la reconstrucción del sistema ferroviario argentino. Los puntos principales de la propuesta encabezada por Proyecto Sur, son los siguientes:

Tren para todos:

* Desarrollaría una velocidad de 120 km por hora (tres veces el promedio de velocidad actual).
* Una inversión de 3.100 millones de dólares. Casi 1.900 millones de dólares menos que para el tren bala. (*)
* Proyectando 18.000 km de vías reconstruídas a nuevo: 7.000 km de vías para trenes de pasajeros y de carga y 11.000 más sólo para trenes de carga. Unas 300 locomotoras, 900 coches de pasajeros y 15.000 vagones para carga.
* Los pasajes costarían varias veces menos de lo que cuesta actualmente un pasaje en micro.
* Llegaría a todas las zonas del país (Noroeste, Noreste, Cuyo, Centro y Patagonia), a todas las grandes ciudades, y a cientos de pueblos que volverían a conectarse con las grandes ciudades, bajando costos de transporte y reactivando las economías regionales.
* El «tren de todos», utilizaría tecnología nacional y del Mercosur al alcance de las capacidades de nuestro país.
* El proyecto reimpulsa la industria ferroviaria nacional con la construcción de vagones, el ensamble de locomotoras y la producción de repuestos, generando trabajo.
* El Banco Central tiene reservas por 50.000 millones de dólares, es decir que se puede hacer sin aumentar ni un centavo la deuda externa.

Para colaborar con el proyecto puedes añadir tu FIRMA, y/o promocionarlo de múltiples formas. De hecho, este jueves un grupo de estudiantes de Geografía e Historia del I.S.F.D. y T. Nº42 expondrán un informe relacionado con el tema en la plaza de San Miguel. También otros grupos desarrollarán temas sobre calentamiento global y las problemáticas de las aguas, que deben ser de interés público, y por lo tanto merecen su lugar. Ánimo para todos ellos.

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Declaración Ni con K ni con C

Veo en De igual a igual, que publican una declaración formulada por intelectuales, estudiantes, artistas y trabajadores con motivos del conflicto «gobierno vs. campo». Recordando un poco una pequeña reflexión personal al respecto, me resulta interesante difundir este texto, como un elemento más para pensar lo que nos está pasando:

Ni con el Gobierno ni con las Entidades Patronales del Campo

La disputa entre el gobierno nacional y las entidades patronales «del campo» es una pelea entre dos sectores capitalistas que defienden intereses completamente ajenos a los trabajadores. Con el aumento de las retenciones, el gobierno no pretende recaudar fondos adicionales para aumentar jubilaciones, salarios de los trabajadores estatales o los presupuestos de salud y educación, sino contar con recursos para garantizar el pago de la deuda externa, los subsidios a los empresarios amigos y fondos para favorecer la alianza de intendentes y gobernadores. Por su parte, el lock out de las patronales agrarias, donde los intereses de los grandes propietarios y productores agrupados en la Sociedad Rural pretenden ser camuflados bajo los propietarios de menor peso agrupados en la Federación Agraria, expresan la mera búsqueda de una mayor rentabilidad por parte de un sector que ha embolsado cuantiosas ganancias gracias al doble efecto de la devaluación y el aumento de los precios internacionales de los productos que exportan, en particular la soja. No extraña por ello que, si bien no participa de la Comisión de Enlace entre la SRA, CRA, Coninagro y FAA, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), donde se nuclean los grandes productores sojeros, apoye abiertamente la protesta patronal.

En el debate público se ha pretendido limitar las opciones políticas al alineamiento con alguno de estos dos bandos igualmente defensores de los intereses del capital. Los intelectuales, docentes universitarios, profesionales, periodistas y trabajadores de la cultura que suscribimos esta declaración, por el contrario, creemos necesario intervenir en este debate para plantear la necesidad de una salida independiente en favor de los trabajadores.

Es falso que este gobierno confronte con los «intereses económicos más concentrados», como algunos quieren hacer creer. Al contrario, los Kirchner los han favorecido en sus casi cinco años de gobierno. ¿O el petróleo no sigue en manos de la Repsol y un puñado de empresas más? ¿O no es un escándalo el saqueo que realizan las multinacionales mineras? ¿O los grandes industriales hoy beneficiados con el favor oficial no fueron tan golpistas como la oligarquía agraria? ¿O no es obsceno el negociado del «tren bala» mientras la red ferroviaria sigue destruida? ¿O la tierra no sigue concentrada en 4000 grandes propietarios agrarios que poseen 85 millones de hectáreas, la mitad de las tierras cultivables en nuestro país, por las que pagan impuestos miserables? ¿O el 40% de producción sojera no está concentrada en apenas un 2,2% de los productores, como ahora señala en sus discursos la presidenta como si nada tuviese que ver con ello? ¿O no es un hecho que cinco grandes empresas (Cargill, Dreyfus, Bunge, Vicentín, Aceites General Deheza) concentran la casi totalidad de las exportaciones de granos, incurriendo incluso en múltiples estafas -que sobrepasan los 3 mil millones de dólares- a la hora de liquidar las retenciones que descuentan del precio que pagan a los productores al fisco? Los Kirchner ni siquiera han impulsado, teniendo mayoría propia en el parlamento, la derogación de la ley videlista 22.248 que permite la brutal explotación de los trabajadores rurales, que tienen los salarios peor pagos del país y de los cuales un 75% está «en negro». ¿O no es también este gobierno el que pacta los «techos salariales» con la burocracia sindical mientras reprime a los trabajadores cada vez que se le hace necesario, como en el Casino Flotante y en Mafissa?

Por el lado de quienes desde una supuesta posición de izquierda o «progresista» apoyan el lock out, el argumento de que apoyan a los «pequeños y medianos productores» es insostenible. ¿O la Federación Agraria no forma hoy parte de un bloque políticamente indiferenciado con la oligarquía nucleada en la Sociedad Rural? Lo que demanda la FAA es que no sólo sus afiliados sino también los grandes propietarios y, aún, los pooles de siembra a los que critican verbalmente paguen la menor cantidad de retenciones posibles. Esto no es una casualidad. Los sectores más bajos de la burguesía agraria nucleados en la FAA son parte de la llamada «alianza sojera», que no ha vacilado en recurrir a la expulsión sistemática de sus tierras de miles de campesinos pobres y sostiene la explotación brutal de los peones rurales.

Frente al actual estado de cosas, los planteos de ambos sectores llevan al agravamiento de la situación de los trabajadores, que ven como los salarios se deterioran día a día producto del alza inflacionaria.

Quienes adherimos a esta declaración creemos que es necesario sostener una clara posición independiente de estos dos bloques capitalistas. Por el contrario se trata de unir frente a ellos a la clase trabajadora de la ciudad y el campo, a los campesinos empobrecidos, a los estudiantes… Estamos por la nacionalización de la gran propiedad agraria, de las grandes exportadoras y de los puertos privados y privatizados; por el no pago de la deuda externa y la nacionalización bajo control de los trabajadores de la banca y del comercio exterior. Estas medidas permitirían terminar en serio con la oligarquía y la expoliación de las multinacionales y del capital financiero que se queda con la parte del león de los recursos que surgen de las exportaciones agrarias. Permitiría organizar la producción agraria de acuerdo a un plan racional y contar con alimentos baratos y de calidad para todo el pueblo. Nos manifestamos también por la derogación de la ley videlista que permite la superexplotación del peón rural y por el blanqueo inmediato de todos los que trabajan en negro; y decimos que para que la crisis tenga una salida progresiva es necesario que la clase trabajadora levante sus propias demandas, empezando por las más inmediatas: aumento de emergencia para todos los trabajadores; salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar; aumento automático de los salarios de acuerdo al crecimiento de la inflación.

Insistimos: en la crisis, es preciso unir voluntades para señalar la necesidad de una salida distinta a la que ofrecen los sectores patronales en disputa y sus representantes en el gobierno nacional y en los gobiernos provinciales, es decir, una salida socialista y de la clase trabajadora.

Fuente: Ni con el gobierno ni con las patronales del campo. (Con la lista de firmantes)