Categorías
Historia Historia Medieval Multimedia e Imagen Recursos

La caída del Irminsul, parte I

Irminsul, por Alfred RethelCuando Pipino el Breve (rey de los francos entre 751 a 768), murió en 768 no se fueron a la tumba los planes de expansión de la dinastía carolingia que hubieran anhelado él y su padre (Carlos Martel). De alguna manera, el sueño de restaurar el Imperio Romano de Occidente bajo la tutela de los francos continuó en la figura de sus hijos Carlomagno y Carlomán. Fallecido este último, nada impidió la expansión del imperio carolingio, razón por la cual Carlomagno volvió a confiar en la antigua alianza que los reyes y mayordomos francos habían mantenido con la Iglesia de Roma.

El proyecto era el siguiente: Formar un gran Imperio que igualará el predominio conseguido en el pasado por el Imperio Romano de Occidente, pero bajo la figura de un doble poder: temporal, en la persona de Carlomagno, y espiritual, en la figura del Papa de Roma. La religión católica constituía para la época la idea cercana a ‘unidad’, donde nunca la hubo. Es por este motivo que el rey franco apoyó la evangelización de los pueblos germanos, con la finalidad de aglutinarlos dentro de lo que se conocería más adelante como Sacro Imperio Romano Germánico.

Uno de estos pueblos eran los sajones, oriundos de lo que hoy es el noroeste de Alemania. Como otros pueblos germanos organizaban sus sociedades en forma de clanes, compuestos por familias. Elegían sus reyes o jefes según sus cualidades personales y después de la «caída» de Roma (porque en realidad Roma sobrevivió gracias a éstos y otros pueblos germanos) encontraron placer en ciertas costumbres romanas como las comidas, las artes y el ideal de lujo. Pero nunca abandonaron sus raíces germánicas, sobre todo en sus creencias ancestrales. Es por esta razón que Carlomagno veía en estos pueblos una profunda amenaza para su plan de un «Imperium» Cristiano.

La idea era concretar una alianza política con los sajones para incorporarlos al Imperio sin necesidad de una guerra, aunque tal plan fracasó desde el principio, ya que los sajones eran pueblos fragmentados que sólo compartían una débil unidad al unir fuerzas para la batalla. Carlomagno pensó que la manera más eficiente de imponer el cristianismo era batallar en el campo espiritual-simbólico: en una incursión a la región sajona (772) se internó en los bosques de la actual región de Paderborn, donde se encontraba el Irminsul, un colosal tronco de árbol eregido allí por los sajones y rodeado de templos consagrados. Para ellos significaba el sostén del Mundo Conocido y un puente que comunicaba el plano material con el espiritual. De alguna manera estaba ligado al Yggdrasil, el árbol de la vida según la mitología germana. Entonces, Carlomagno mandó a derribar a Irminsul, saquear los templos e incendiar el bosque sagrado que lo protegía.

El más sagrado de los símbolos de los sajones había caído, y paulatinamente la nueva Fe avanzó mediante bautismos masivos y una intensa actividad misionera. Aunque poco tardaron los sajones en renegar de las imposiciones, por medio de rebeliones espontáneas en distintos puntos de la región.

Bibliografía y recursos:

– Grimberg, Carl: Historia Universal, Sociedad Comercial e Editorial Santiago Ltda., Santiago de Chile, 1995. Tomo 15: «Carlomagno»
– Rethel, Alfred. Der Sturz der Irminsul 772. [Pintura, estilo: fresco], 1846. Kunstmuseum Düsseldorf. Visto el 6/01/2008. <http://141.84.220.207/Kunstgeschichte/sds_malerei/…>

Ayúdanos compartiendo éste contenido en:
Categorías
Enseñanza Historia Historia Americana Internet Mapas Recursos

La Buenos Aires de 1773 según Concolorcorvo

Plano de Buenos Aires siglo XVIII¿Por qué en Buenos Aires siguen existiendo calles angostas, cortas y entrecruzadas como si fueran cuadrículas? Esto que puede resultar una pregunta simple es un buen ejercicio del uso de la comparación en Historia. Sin dudas, gran parte del diseño de las calles de Buenos Aires sigue manteniendo estilos arquitectónicos del pasado, en lo que se conoce como damero: la diagramación de los edificios en manzanas cuadriculares y rectangulares, casi iguales, solo discontinuadas por la presencia de una plaza central (o secundarias, según el tipo de damero). ¿Nunca nos llamó la atención esto? ¿Por qué alrededor de una plaza solemos ver edificios de relativa importancia para la sociedad (ej. edificios gubernamentales, religiosos, comerciales, militares o de policía, etc.)? Esto no es casual, ya que la plaza representaba para el imaginario hispano de la época el centro de la sociedad.

Por eso, además de la imágenes, un testimonio de la época nos puede servir para establecer las semejanzas y diferencias entre la ciudad tal como la percibimos ahora, y cómo lo hacían las personas en el pasado. En este caso se puede utilizar la descripción urbanística que escribió Carlos Calixto Bustamante Inca (de seudónimo Concolorcorvo) sobre la Buenos Aires del 1773, cuando todavía formaba parte del Virreinato del Perú. El extracto pertenece a una obra firmada como «El lazarillo de ciegos caminantes. Desde Buenos Aires hasta Lima, 1773», e inspirada en las memorias de Alonso Carrió de la Vandera, un funcionario español que tenía el cargo de Visitador de Correos y que tuvo que cubrir el trayecto de Buenos Aires a Lima. Sin texto introductorio, los dejo con la fuente:

“…Esta ciudad está bien situada y delineada a la moderna, dividida en cuadras iguales y sus calles de igual y regular ancho, pero se hace intransitable a pie en tiempo de aguas, porque las grandes carretas que conducen los bastimentos y otros materiales, hacen unas excavaciones en medio de ellas en que se atascan hasta los caballos e impiden el tránsito a los de a pie, principalmente el de una cuadra a otra, obligando a retroceder a la gente, y muchas veces a quedarse sin misa cuando se ven precisados a atravesar la calle.

Los vecinos que no habían fabricado en la primitiva y que tenían solares o los compraron posteriormente, fabricaron las casas con una elevación de más de una vara y las fueron cercando con unos pretiles de vara y media, por donde pasa la gente con bastante comodidad y con grave perjuicio de las casas antiguas, porque inclinándose a ellas el trajín de carretas y caballos, les imposibilita muchas veces la salida, y si las lluvias son copiosas se inundan sus casas y la mayor parte de las piezas se hacen inhabitables, defecto casi incorregible.

La plaza es imperfecta y sólo la acera del cabildo tiene portales. En ella está la cárcel y oficios de escribanos y el alguacil mayor vive en los altos. (…) Todo el fuerte está rodeado de un foso bien profundo y se entra en él por puentes levadizos. La casa es fuerte y grande, y en su patio principal están las cajas reales. Por la parte del río tienen sus paredes una elevación grande, para igualar el piso con el barranco que defiende al río. La catedral es actualmente una capilla bien estrecha. Se está haciendo un templo muy grande y fuerte, y aunque se consiga su conclusión, no creo verán los nacidos el adorno correspondiente, porque el obispado es pobre y las canonjías no pasan de un mil pesos, como el mayor de los curatos. Las demás iglesias y monasterios tienen una decencia muy común y ordinaria. Hay muy buenos caudales de comerciantes, y aun en las calles más remotas se ven tiendas de ropas, que creo que habrá cuatro veces más que en Lima, pero todas ellas no importan tanto como cuatro de las mayores de esta ciudad, porque los comerciantes gruesos tienen sus almacenes, con que proveen a todo el Tucumán y algo más (…)”

Contenidos que se pueden trabajar con estudiantes si eres docente: Diseño de damero, importancia de la plaza para la cosmovisión hispana, la higiene en la época del virreinato, casas y arquitectura colonial.

Bibliografía:

– Bustamante Inca, Carlos Calixto: “El lazarillo de ciegos caminantes. Desde Buenos Aires hasta Lima, 1773”, Stockcero, 2005. (Más Info)
«Plano de la Ciudad de Buenos Aires de fines del Siglo XVIII.» Mapa. Euskonews & Media. Visto el 30-12-2007.
<http://www.euskonews.com/0333zbk/kosmo33301.html>

Ayúdanos compartiendo éste contenido en:
Categorías
El Sitio Historia Internet

Planeta Historia en Revista Ñ

Pequeña delicia de fin de año (además de las fiestas y el relajo de las vacaciones) fue cuando recibí ayer a la mañana el mail de una profesora del Instituto 42, Mónica Parada, contándome que en la Revista Ñ (suplemento de Cultura del diario Clarín) del 15/12 apareció una breve reseña sobre Planeta Historia; uno de los proyectos web que llevo adelante hace dos años.

Planeta Historia en Revista Ñ

Imagínense lo contento que uno se pone cuando pasan estas cosas. Planeta Historia ya había sido reseñado en el pasado, pero siempre a través de otros sitios webs: Desde la difusión a través de más de 50 blogs que colaboran con el sitio, hasta otros internautas que ven interesante el proyecto y nos publicitan en sus sitios. Sin duda, sin ellos no hubiera sido posible esta reseña en papel.

Aprovecho para dejarles un cálido saludo de fin de año a los lectores de este blog: que pasen unas felices fiestas, hagan un balance de este año que dejamos, para empezar con todas las pilas el nuevo; que eso es lo importante.

Ayúdanos compartiendo éste contenido en: