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Historia; ¿Para quien?

Historia; ¿Para quien?[1]

¿Para que o para quien se enseña la historia?, una pregunta difícil de responder, pero el contexto actual de la educación nos señala de antemano; que se enseña para formar y continuar el perfecto funcionamiento del modelo actual, por lo cual tampoco se enseña con igualdad para todos ya que tristemente para que este modelo funcione bien, unos deben ser mas “capaces” que otros, entendiendo la necesidad de suplir espacios en la sociedad previamente limitados.

Distintos autores han abordado con profundidad estudios acerca de la finalidad de la educación, trabajos como “La Reproducción” de Pierre Bourdieu, resultan bastante certeros a la hora de contextualizarnos un rol “objetivo” de la educación (la reproducción de los parámetros económicos y de clase en el educando).

Bajo el alero de la teoría de la reproducción; la historia cumpliría un rol fundamental en la formación de ciudadanos o de “sujetos/objetos”, sujetos por la libertad de pensar, expresar o consumir, objetos por estar destinados a ocupar un lugar en la maquinaria social y económica.

La dinámica interna, de la educación ha sido delimitada, dejando solo un pequeño espacio para la innovación, intento decir que es una idea bastante utópica desligarse de los planes y programas educativos que designa el estado, mediante los cuales se rige o se controla a los educadores durante el proceso de entrega de conocimientos o conocimiento histórico[3].

Como se resalta en el texto, podemos reconocer dos finalidades del conocimiento histórico; como primera instancia, la formación de un pensamiento histórico y la formación de una conciencia moral-valorativa.

Según lo anterior, resulta claro que el día de hoy en las escuelas o en la cotidianidad misma se usa y ha usado la historia como un mecanismo para la creación de una conciencia moral valorica que rige o patenta al sujeto como ciudadano común y servil, entregándole a este una historia basada en hechos puntuales construidos por “personajes” imitables, pero en ningún caso cuestionables; ejemplos de vida para cualquier individuo, ejemplos que hacen sentir al sujeto como parte de un país.

No se si estaré especulando demasiado, pero en este punto también podemos percatarnos de la importancia que va adquiriendo la “fantasía” en el aprendizaje, ya que la historia se difunde y arraiga con mayor impacto, cuando se le atañen elementos fantasiosos, llegando a mitificar a sus personajes; haciéndolos cada vez mas heroicos.[4]

Por otra parte el acondicionamiento de una historia destinada a la formación de una conciencia histórica, implica el derribamiento de las verdades históricas, derribar al “Prócer” para entender el “proceso”.

Lamentablemente, la construcción de una historia alternativa, no implico un desligamiento de los códigos científicos o lingüísticos, reservando esta “otra” historia para unos pocos capaces de descifrarlos.

Por lo cual la creación de una conciencia histórica de clase, se vio coartada.

A modo de conclusión se puede señalar que a pesar de que hoy en la actualidad los programas educativos estén destinados a continuar un proceso de reproducción social y cultural de los sujetos, se puede enseñar historia desde otra perspectiva para intentar entregar al educando las herramientas necesarias para que estos puedan interpretar y analizar la historia, una historia de la que también son parte, por cual merecen sin duda alguna ser libres de hacerle las preguntas que deseen.

Al incitar al educando a analizar la historia, es hacerlo conciente de la misma, por lo cual se transformaría en un sujeto conciente de su historia como de su clase; paradójicamente hoy en día vivimos en un mundo de clases, en donde la lucha de clases no existe a pesar de que las mismas clases están marcadas por una diferencia económica y de posibilidades muy distante entre las clases bajas y la clase alta.

Creo que educar de un modo distinto sin dejar de lado los programas establecidos, es parte del reto de las próximas generaciones de educadores, ya que al ser testigos de cómo se usa la pedagogía para formar, disciplinar y construir, también podemos observar que esta se puede usar para liberar y destruir la omnipotencia de la historia de las “Very Important People” para entregarle al sujeto una historia de la cual todos somos parte.


[1] Ensayo basado en “¿Qué es la enseñanza de la historia?…” Carmen Aranguren R.

[3] Al profesor de historia se le indica; enseñar una historia lineal, enfocada en los hechos, sin importar si el educando comprende o no la historia, lo valido para el alumno es aprender los datos que le preguntaran en “Prueba de Selección Universitaria”.

[4] Un caso bastante conocido por nosotros, es el de los soldados de la “Guerra del pacifico” y la sugestión del alcohol con pólvora, el cual los volvía mas intrépidos y valientes, de tal forma que gracias a esa extraña bebida, se pudo ganar la guerra.

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5 respuestas a «Historia; ¿Para quien?»

Te leo desde hace tiempo, estás en mis links.

¿Por qué incluir la historia en el pensum de una carrera universitaria?

Es la primera pregunta que todo profesor de historia debe hacer a los estudiantes (de carreras distintas a la historia pero que deben verla como parte del pensum), y es la primera que el mismo debe saber responder. Agradecería mucho a toda alma caritativa que se pasee por este blog, que me deje su respuesta a tan importante pregunta.

Para comenzar, creo que debemos responder antes (y de manera simultánea) la pregunta: ¿para qué le sirve la historia a un adolescente?, interrogante mucho más difícil que la anterior, porque los chamos (la mayoría, según mi experiencia) les parece una verdadera inutilidad que le hablen del pasado cuando lo que quieren es vivir el presente y de inmediato. A un adolescente le sirve la historia como tema cuando todos los temas de conversación en una fiesta se han agotado; es decir, 1) la historia lo hace (y empieza a hacer) una persona “culta”; con más razón un universitario que debe sumar a su currículo (y ahora más que nunca) y no sólo poseer habilidades técnicas.

La historia le da al adolescente 2) la capacidad de contextualizar las diversas realidades; y al universitario le permitiría conocer los problemas (las preguntas de un determinado contexto histórico) que estimularon la creación de las teorías (respuestas) que estudiará en su carrera; y por tanto le ayuda, además, a comprender el resto de las asignaturas sociológicas y humanísticas.

El adolescente (y el universitario) debe aprender fundamentalmente, al estudiar la historia, 3) el poder “ubicarse” tanto en el tiempo como en el espacio (geográficamente) en relación a unas tendencias históricas de una determinada civilización (Occidente e Iberoamérica) o nación (su país de nacimiento o el que adopte). La historia le dice “dónde está parado” socialmente (entendiendo lo social en sentido amplio), e incluso 4) le ofrece cierta capacidad de predicción o por lo menos de prevención (de no transitar “caminos” ya recorridos por la humanidad).

El adolescente 5) conoce los aportes de cada civilización, entendiendo cómo se formó la cultura a la que pertenece; y fortaleciendo así su sentido de identidad. Un universitario igualmente consolidaría su identidad a través de la formación en materia histórica.

El universitario puede 6) conocer (con la historia) los pueblos (la gente) con la que deberá trabajar profesionalmente, dándole una ventaja sobre el profesional que no conoce la cultura con la cual se enfrenta en sus decisiones de aplicar o no una determinada teoría o habilidad.

La historia le ofrece al universitario 7) los ejemplos de aplicaciones (experimentos sociales) de las teorías de su profesión; debido a que las políticas públicas por lo general están inspiradas en determinadas hipótesis e ideas (administrativas, sociológicas, jurídicas, y el resto de las ciencias sociales) que explican la realidad.

A través de la historia 8) se comprende el origen y papel de determinados conceptos e ideas que formaron (o forman) parte de la mentalidad y el comportamiento humano.

Al final, se puede concluir, que la historia nos hace más humanos.

Voy a pecar de mi subjetivismo, pero creo que para qué o para quién se enseña la historia va a depender de cuál sea el interés que tenga el profesor de historia o el estudiante. Por ejemplo, el posteo anterior noto una cierta tendencia más humanista de la historia, vale decir, la historia para hacernos más humanos, lo cual me parece totalmente aceptable.

Excelente ensayo Jorge, muy de acuerdo con la reflexión sobre la Historia de la «Very Important People». La Historia la hacemos todos, y quizás el principal «acto heroico» sea sobrevivir lo mejor posible en este Mundo. Todos desde la vida cotidiana estamos haciendo Historia, podemos no llamarlo así o pensarlo de otra manera, pero cada uno de nosotros trae consigo un legado de costumbres y significados que nos acompañan a través del tiempo y que están en continuo cambio: lo que consideramos normal en una sociedad, puede no serlo en otra; y esas diferencias se notan realizándole preguntas al pasado, desde nuestro presente.

Respondiendo a Profeballa, si tuviera que pensar la razón por la cual incluiría la Historia en el Pensum de otras asignaturas sería por la razón anterior, añadido el hecho de que cualquier asignatura tiene su «Historia de», ni siquiera las ciencias exactas que plantean leyes universales pueden escaparse de esta realidad: de que el tiempo es algo con lo que convivimos y nada es estático.

me parece que en tu ensayo se perfilan con una buena intencion algunas propuestas metodologicas, para el abordaje de la historia como materia formativa, mas que informativa. es de lamentar que el debate en torno a las dificultades de aprendizaje de la historia sea muy endeble y malintencionado, ya que evade un compromiso impostergable: salvar a la historia como ciencia, como espacio curricular y como materia formativa. cuando conclui mi licenciatura en ciencias sociales (en una escuela normal superior) intente abordar estos problemas a los que te refieres y me tope con multiples interrogantes, tuve que leer a enrique semo,monsivais,luis gonzales de alba y otros especialistas que, en el libro historia para que??, me motivaron a escribir un ensayo acerca de las dificultades en la ensenanza-aprendizaje de la historia. la verdad abandone ese documento, el cual rubrique para mi examinacion, con el titulo «el valor formativo de la historia como criterio de legitimidad cientifica». diez anos despues quiero desempolvar ese trabajo y utilizarlo para avanzar en una propuesta metodologica aplicada al nivel de educacion secundaria. quiero finalmente decir que la labor del maestro debe estar profundamente comprometida con el cambio. muchas asignaturas estan quedando al margen del debate historico y la actitud del magisterio esta severamente cuestionado, como tambien esta en tela de duda la vigencia del sistema educativo nacional. espero seguir intercambiando opiniones y elementos teorico-practicos que nos ayuden a sumarnos organizadamente al noble ejercicio de la docencia. gaspar