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La Memoria de Nuestro Pueblo, año V, nº 49

Difundimos a continuación un anuncio que nos llegó sobre el número 49 de éste mes de la revista rosarina La Memoria de Nuestro Pueblo, una publicación del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales «El Futuro tiene Historia», quien invita mensualmente desde 2004 a los especialistas y aficionados a las Ciencias Sociales para publicar sus artículos en la revista. El enfoque de la revista según sus autores es de una historia con fuerte carácter popular, aunque invitan a todos los interesados a participar. Personalmente, no conocía la revista, pero he podido dar un vistazo a algunos de sus números dando vueltas por otro sitios web, sobre todo los referidos a los temas de los ’70.

Sin más, los dejo con la información, los temas propuestos son muy interesantes. Desde aquí un saludo al «Grupo Efefe» (Florencia Pagni y Fernando Cesaretti), ya que no tenía idea que colaboraban para ésta revista:

Revista La Memoria de Nuestro Pueblo
Rosario, Argentina.
Año V, Número 49
revistalamemoria@yahoo.com.ar

Sumario:
Intelectuales en la primera democracia argentina (1916-1930). 1º Parte, por Tulio Halperín Donghi. Universidad de Buenos Aires. Universidad de California en Berkeley.

De hoja facciosa a empresa periodística moderna. La transformación finisecular del diario La Capital de Rosario, por Fernando Cesaretti y Florencia Pagni. Escuela de Historia. Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.

El pensamiento de Raúl Scalabrini Ortiz: un lugar para la utopía argentina, por Fabián Fontanella. Escuela de Antropología. Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.

“La literatura se encuentra devaluada”. Entrevista a Roberto Retamoso, por Jael Loana Ferrari. Escuela de Comunicación Social. Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario.

¿La resolución de la protesta universitaria de 1918?, por Gardenia Vidal. Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba.

La industria argentina en la génesis de crecimiento hacia adentro, 1929-1946 por Alicia Angélica Malatesta. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad Regional San Francisco de la Universidad Tecnológica Nacional.

La Bolivia de Evo Morales. Impresiones de viaje, por Federico Lanusse. Escuela de Sociología de la Universidad del Salvador.
¿Alpargatas sí, libros no? , por Walter Iampietro . Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.

Memoraciones:
Leonardo Favio : Muchacha de abril.

Le invitamos a escribir dentro del amplio campo de las ciencias sociales con absoluta libertad temática y de opinión. Sugerimos que por razones de espacio y diseño de la revista, el artículo no exceda los 30.000 caracteres, aunque esta no es condición excluyente (si su trabajo es de mayor tamaño, puede ser publicado por entregas).
Cuando lo envíe a revistalamemoria@yahoo.com.ar le solicitamos que también remita en archivo adjunto su foto personal, una dirección de e-mail donde prefiera recibir comentarios de los lectores sobre sus notas, y las referencias académicas y/o laborales (un muy sintético CV personal), todo lo cual constituirá al pie del artículo su data de autor.

Este número se puede consultar y adquirir a valor de cinco pesos el ejemplar (al igual que los números anteriores) en los siguientes lugares:
En la ciudad de Rosario:
Biblioteca ” La Memoria de Nuestro Pueblo”, Juan Manuel de Rosas 2101. Corpus Editorial y Distribuidora, Suipacha 581.
(teléfono 54 0341 4394978 )
Es material de consulta disponible en las bibliotecas de varias facultades de la Universidad Nacional de Rosario.
En la ciudad de Buenos Aires:
Corpus Editorial y Distribuidora, Tucumán 2120.
(teléfono 54 011 43735128)
Está también disponible para su consulta en Biblioteca Nacional, Biblioteca del Congreso de la Nación , Biblioteca de la U.C.R. y en el Centro de Documentación del Pensamiento de Izquierda en la Argentina (Cedinci).
En el resto del país (y del mundo):
La forma más sencilla y práctica de acceder a la revista es tramitar su envío y compra por correo electrónico a los siguientes mails: ifiscella@corpuslibros.com.ar,
rosario@corpuslibros.com.ar o capital@corpuslibros.com.ar

STAFF:
Daniel A. Zárate (Director y Editor General); Esteban Mestre, Humberto Vial Sotomayor, Walter Iampietro, Fabián Fontanella, Norberto González,(Consejo Editorial); Adriana Natalini, Anabella Arpresella, Fabián Fabre, Emiliano Valentino, Gabriela Chávez, Víctor Marcelo Guirado, Cristobal Maggi, Esteban Langhi, Rodolfo Caminos, Ivo Gabuzzo, Luciano Fernández, Roxana de Luca, Facundo Zárate (Consejo Asesor); Cristián Didier (Prensa y Comunicación); Rubén Crocetti (Departamento Comercial).

La memoria de nuestro pueblo es patrimonio de todos
http://es.wikipedia.org/wiki/La_Memoria_de_Nuestro_Pueblo

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12 de octubre: Nada que festejar

A continuación reproduzco una nota del diario «Miradas al Sur» para reflexionar sobre el 12 de octubre. Debería ser el día de la Resistencia de los Pueblos Originarios, y no el «Día de la Raza». Siempre hay algunos ridículos que mencionan que sólo descendemos de los gringos. En realidad, somos mosaicos de culturas, de las cuales las de los pueblos originarios son importantísimas y punto de partida de nuestra Historia latinoamericana. Tal como se afirma en la nota: ayer hubiese sido 7 del agua del Tonalpohualli:

Hoy es 7 del agua del Tonalpohualli

Cuando Cristóbal Colón llegó a América, hacía tan sólo 38 años que los aztecas habían reformado su calendario, que era de 365 días, para intercalar el año bisiesto. A su vez, este calendario fue tomado de los mayas. Los aztecas lo reformaron justo antes de la llegada de Hernán Cortés. El año empezaba el día 1 de Atlacalmaco, que coincide con el 1º de marzo del calendario gregoriano.
El hecho de que las culturas americanas no hubiesen desarrollado la escritura, no representó ningún impedimento para el desarrollo de un calendario perfecto, con parecidos notables a los calendarios de pueblos mediterráneos y asiáticos. Según los mitos aztecas fue el dios Quetzalcoatl el que enseñó al hombre el calendario, al mismo tiempo que la agricultura, las técnicas y las ciencias.

Leer los calendarios es como leer en clave sus libros sagrados, sus credos y sus fiestas. Cuando los españoles llegaron a América algunas de las culturas con las que entraron en contacto estaban en su máximo apogeo: centroamérica parecía, al igual que Egipto y Mesopotamia, la encrucijada de las grandes culturas del continente, el crisol en que éstas se fundían, conservándose lo mejor de cada una de ellas. La codicia imperial truncó una historia potencial. Nuestras propias limitaciones, como culturas colonizadas, nos llevan, a diario, a no reconocer raíces e identidades que están en la piel, la alimentación y los sentimientos de millones de americanos. Por eso, hoy podemos decir que, en vez de 12 de octubre, es 7 del Agua del Tonalpohualli, tal como lo establece el calendario azteca.

Lean el resto de la nota aquí. Los pueblos no festejan, reclaman.

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Naciones y nacionalismos: apuntes para el estudio de una problemática compleja.[i]

Jorge Said Barahona (ii)

El estudio de los nacionalismos y los estado-nación, ha dado grandes pasos en este ultimo periodo, la gran gama de estudios actuales al respecto, están hechos en base de los estudios de principio de siglo XX, por lo tanto las nuevas revisiones son doblemente certeras y también nos ahorran en el trabajo de volver a revisar las primeras escuelas que abordaron esta problemática, como la escuela perennealista que aseguraba que la nación era tan vieja como la historia.

Actualmente, podríamos enumerar una gran lista de autores para adentrarnos en esta temática de estudio, pero me remitiré a nombrar solo los de mayor trascendencia, Gellner (1997), Anderson (1993), Hobsbamwm (1991, 1992, 1996, 2000), Smith (1994), los cuales a partir de la pregunta ¿Qué es la nación?, logran conjeturar en que se trata de un fenómeno moderno el cual se a transformado en uno de los valores legítimos universalmente en la vida política de nuestro tiempo (iii).

Sin embargo, en este breve resumen, nos dedicaremos a revisar lo propuesto por Hobsbawm en su libro “naciones y nacionalismos desde 1780”, en el cual se sigue alimentando este debate teórico que persigue la comprensión y el estudio de las naciones y nacionalismos, como actores políticos claves para comprender lo que sucede en nuestro tiempo.

Según Hobsbawm, se deben entender ciertos parámetros para aventurarnos a espiar los pasajes de la identidad nacional:

La nación es un fenómeno reciente en los últimos siglos de la Historia.»El sentido moderno de la palabra, en principio, nos remonta no más allá del siglo XVII, con algunas excepciones precisas».

Por lo tanto al hablar de Estado-Nación, debemos saber de antemano que se trata de una entidad social ligada a cierto tipo de Estado territorial moderno (Hobsbawm 1992: 12-20).

En torno a esto, se ha generado un problema bastante llamativo con las definiciones, dado que parten del establecimiento de un conjunto de criterios que pretenden reconocer a priori una nación de otras entidades, lo que nos coloca frente a los criterios objetivos y subjetivos del problema (iv).

De este modo, para Hobsbawm, «todo grupo suficientemente importante en cuanto al número de sus miembros, que se considere como parte de una misma nación, será considerado como tal». En ese sentido, «para nuestras necesidades del análisis, el nacionalismo es anterior a la nación. No son las naciones las que hacen a los Estados y al nacionalismo; es a la inversa» (Hobsbawm 1992: 19-20). Por lo cual se dan por superadas las primeras investigaciones que sugirieron lo contrario.

En consecuencia, la denominada cuestión nacional, se sitúa en un punto de intersección entre la política, la tecnología y la transformación social.

En síntesis, se deben estudiar los procesos de formación y desarrollo de los movimientos nacionales, los cuales pasan por una serie de etapas: a) una primera fase puramente cultural, literaria y folclórica, b) una segunda fase, donde hace aparición un grupo de pioneros y militantes de la idea nacional, y c) el momento donde emerge el programa nacionalista, cuyos promotores van ahora en búsqueda de un sostén de masas (Hobsbawm 1992: 23). Esta búsqueda de la masa social, es el inicio del proceso de creación de un estado nacional.

Debido a esto, para abordar su estudio como un fenómeno histórico, debemos de entender que se trata de una construcción, esencialmente hecha, diseñada e impuesta desde arriba, confrontándola siemprepor su comprensión naturalizada desde abajo, «es decir, a partir de hipótesis, esperanzas, necesidades, nostalgias e intereses (…) de las gentes ordinarias» (Hobsbawm 1992: 20-21).

Por lo tanto queda expuesta una necesidad de desarrollar estudios comparativos que se inicien desde la cultura y se dirijan hacia las estrategias, producciones y procesos.

Como por ejemplo, la conciencia nacional, la cual se desarrolla de manera diferente por regiones, como el caso ilustrativo de los indígenas Aymaras, los cuales asumen ser chilenos, pero resisten y se manifiestan simbólicamente contra esa condición a través de los ritos, vistiendo los colores de la bandera peruana o reproduciendo sus himnos y canciones del folklore peruano.

En este sentido, creemos necesario resaltar que los nuevos estudios en torno a esta problemática, deben dejar de lado la perspectiva de que los sujetos son consumidores pasivos de la producción cultural impuesta, siguiendo a Antonio Gramsci, se puede señalar que todo hombre es un filosofo que da significancia a los significados hegemónicos y a su realidad, partiendo desde la base de que todo hombre, por el solo hecho hablar, indica que tiene su concepción del mundo, porque el lenguaje es siempre de modo embrionario una forma de concepción de la sociedad, aunque sea inconsciente o meramente acrítica, existe una participación del sentido común, y eso es lo que hace a los sujetos ser consumidores y participes activos de la producción hegemónica (v).

Notas:

[i] Ensayo basado en: Hobsbawm, Eric; Naciones y nacionalismos desde 1780, editorial Critica, España, 1992.

([ii] Estudiante de la carrera “Licenciatura en Historia”,www.no-historia.blogspot.com.

[iii] Anderson, Benedict; Comunidades imaginadas: reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo, Pág. 203, editorial FCE, México, 1993

[iv] Esto se puede ejemplificar, señalando que hay una perspectiva objetiva principalmente marxista, la cual reconoce que la invención de las naciones corresponden al hecho principal de disfrazar y redimir el impacto de las marcadas divisiones sociales del sistema capitalista. Por otra parte las perspectivas subjetivas, aunque no niegan lo anterior, buscan identificar a los sujetos como agentes sociales de este proceso, el cual como hemos visto, corresponde a un dispositivo horizontal por ende existe un uso que se extiende de lo cotidiano a lo generacional.

[v] Grouppi, Luciano; “El concepto de Hegemonía en Gramsci”, ediciones Cultura Popular, México, 1978.

http://www.gramsci.org.ar/12/gruppi_heg_en_gramsci.htm