Desde los tiempos coloniales americanos, el legado africano dejó marcas culturales ondas e ineludibles quizá como recompensa justa de la marca física que muchos hombres y mujeres llevaron de por vida.
El siglo XVII y XVIII conoció el afluente de
Segundo, con las Reformas Borbónicas, los mercados coloniales latinoamericanos tienen una apertura significativa al comercio exterior, y necesitan diversificar sus exportaciones, a la vez que “importan” ciertos objetos manufacturados y de lujo para sus “clientes más distinguidos”. Entre los objetos de lujo, estaban los esclavos africanos.
La trata negrera se convirtió en uno de los negocios coloniales más rentables de los opresores, y aún así, no dejaba de ofrecer pérdidas: debían alimentarlos, vestirlos, evitar las fugas, y los robos (de otros comerciantes). Para evitarlo, los patrones marcaban al rojo vivo a sus esclavos como si fueran animales. Eso se llamó la Yerra Humana o Carimba. Esas marcas eran de diferentes tamaños e inscripciones, e indicaban a quien pertenecía el cautivo, según el libro de actas o registros de las autoridades coloniales de cada región o jurisdicción. La carimba, sin dudas, fue la extensión de los conceptos de propiedad y posesión, muy comunes en la época.
Indiferentemente de que trabajaran en las plantaciones, las labores domésticas, o fueran liberados (manumisiones), debían llevar esa marca de por vida, como si fueran artículos seriados. Hubo que esperar mucho tiempo para que las sociedades americanas rompieran con sus esquemas denigrantes y discriminativos, debido a que se manejaban con rígidos sistemas de castas, que establecían pisos o escalones étnicos regulados por lazos de parentesco o relaciones socioeconómicas. Afortunadamente, ninguno de esos esquemas, ni posteriores formas discriminatorias pudieron parar el legado africano en el propio mundo cultural de aquellas sociedades que lo rechazaron.
Bibliografía de Consulta:
– ROCK, DAVID: Argentina 1516 – 1987. Desde la colonización española hasta Raúl Alfonsín, Alianza Editorial, 4ª edición, Buenos Aires, 1994. Cáp 2: El ascenso de Buenos Aires, 1680-1810. (pág. 77-80).
– BIBLIOTECA CLARÍN: Historia visual de la Argentina, Grupo Clarín, Buenos Aires, 1999. Cáp. 14: La sociedad en el virreinato. Los esclavos negros (pág. 204-205).
– LA ROSA CORZO, GABINO: La Carimba, Revista Cubana de Ciencias Sociales, Nº 33-34, 2003.
<http://www.filosofia.cu/ifc/rccs/nos_33-34/33-34_Carimba…>
– MORINI, ROBERTO: Africanos en Buenos Aires: los otros desaparecidos, El Corresponsal de Medio Oriente y África, 01-01-2001.
<http://www.elcorresponsal.com/modules.php?name=ElCorre…>
Una respuesta a «La Marca de la Esclavitud»
me parece que discriminar es la base de la prison de un tal loco e o inadaptado